Enfermarse en México sin seguro de gastos médicos o sin una aseguradora eficaz, o sin dinero, es caer en manos de un payaso tenebroso. Los hospitales públicos y privados están sin presupuesto, sin mantenimiento, sin reposición de equipo, sin insumos y con exceso de pacientes que son mal atendidos. El histórico grito de “a mí, no me toca” por el trabajador de la salud es reemplazado por el “no hay conque atender” hasta los clásicos gritones del “a mí, no me toca”, desean que termine la sequía de espanto que incrementa las tasas de mortalidad de más de 50 millones de mexicanos cuyo único recurso de atención es la seguridad social, transformada por el Gobierno en “inseguridad social”.
Según la Organización y Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), el gasto en salud superará el crecimiento del PIB en los próximos 15 años. El gasto sanitario per cápita aumentará a tasa promedio anual del 2,7% y alcanzará 10% del PIB en 2030, frente al 8,8% en 2018. El informe Panorama de la Salud 2019 cita que Estados Unidos es el país que más dedicó a asistencia sanitaria en 2018, el 17% del PIB, encima de Suiza, segundo país con 12,2%. Alemania, Francia, Suiza y Japón destinaron 11% del PIB. Pocos países dedicaron menos del 6% de su PIB a asistencia sanitaria; México, Letonia, Luxemburgo y Turquía, con 4,2%.
El Panorama de la Salud expone ámbitos en los que el gasto en salud es eficaz: El uso de medicamentos genéricos reduce costo, sin embargo, a pesar de su avance, los genéricos representan la mitad del volumen de productos que se venden en los países de la OCDE. En Chile, Alemania, Nueva Zelanda y Reino Unido, los genéricos son más de tres cuartas partes del volumen de productos farmacéuticos vendidos en 2017.
Los sistemas sanitarios y sociales emplean más trabajadores que nunca. Uno de cada diez empleos, en los países de la OCDE, pertenece al sector de la asistencia sanitaria o social. Desplazar tareas que desempeñan los médicos a enfermeros y otros profesionales de la salud alivia las presiones de costos y mejora la eficiencia. Aumentar la seguridad de los pacientes mejorará su salud y genera ahorros. Aun así, 5% de los pacientes hospitalizados tuvieron infección asociada con la asistencia sanitaria en 2015-2017. El informe señala patrones preocupantes relacionados con los resultados en el ámbito de la salud pública y los estilos de vida no saludables.
Una persona que nace hoy tiene esperanza de vida de 81 años, en promedio en los países de la OCDE, pero el aumento de la esperanza de vida se ha ralentizado en la mayoría de los países de la OCDE, en especial, Estados Unidos, Francia y Países Bajos. Entre las causas están el aumento de la obesidad y diabetes, que hace difícil mantener los avances conseguidos en la disminución de fallecimientos provocados por enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Las enfermedades respiratorias, gripe y la neumonía, cobran más vidas en años, en especial entre las personas de mayor edad.
Desde 2011, los fallecimientos relacionados con los opioides han aumentado 20% en los países de la OCDE, se han cobrado 400 mil vidas sólo en los Estados Unidos, en los últimos 20 años. Los fallecimientos relacionados con los opioides también son altos en Canadá, Estonia y Suecia. El tabaquismo, el consumo de alcohol y la obesidad siguen provocando muertes prematuras y el empeoramiento de la calidad de vida. Las tasas de tabaquismo disminuyen, pero 18% de los adultos aun fuma.
En los países de la OCDE, el consumo de alcohol fue en promedio de 9 litros anuales de alcohol puro por persona, lo que equivale a 100 botellas de vino. 4% de los adultos sufrían dependencia del alcohol. Las tasas de obesidad aumentan en los países de la OCDE, con 56% de adultos con sobrepeso u obesidad y una tercera parte de los niños de 5 a 9 años con sobrepeso. La contaminación del aire causó 40 muertes por cada 100 000 personas en los países de la OCDE. Las tasas de mortalidad fueron mucho mayores en países como India y China, de aproximadamente 140 muertes por cada 100 000 personas.
El informe asegura que debe prestarse mayor atención a un aspecto casi ignorado por los sistemas de salud y por la práctica médica en general, las experiencias y los resultados comunicados por los pacientes. Resultados de la nueva iniciativa de la OCDE, “Indicadores de reportes de los pacientes” muestran que el remplazo de cadera mejora la calidad de vida de un individuo en movilidad, cuidado personal, actividad, dolor y depresión. Es esencial medir cómo los sistemas de salud cambian la vida de las personas para mejor, si queremos poner recursos donde sean eficientes (OCDE.)