Políticos y funcionarios de Tamaulipas tienen una gran capacidad de inventiva para llamar la atención y ganar espacios en los medios, aunque no sea necesariamente en asuntos que se traduzcan en beneficios para sus representados.
Estamos viendo las fotografías del presidente municipal de Río Bravo, Miguel Angel Almaraz Maldonado, encaramado en una pirámide humana durante el desfile de la Revolución, con el riesgo latente de caer y lastimarse.
El protagonismo, el exhibicionismo y las ganas de ser la atención de la gente, ganan fácilmente a algunas personas, llevándolas a incurrir en actos públicos audaces, arriesgados, peligrosos, intrépidos.
Es el mismo edil fronterizo que recién compró un lujoso vehículo Cadillac aunque no aclaró en redes sociales donde lo presumió, si lo pagó con recursos propios o si la factura fue a cargo de la tesorería municipal.
Almaraz Maldonado invirtió muchos años de su vida en conseguir el sueño de ser la primera autoridad de Río Bravo, de tal manera que ahora se está dando esos caprichos porque para eso quería el cargo.
Supimos también por redes sociales, de otra figura pública, una diputada local del PAN, que declaró luto por el fallecimiento del sorgo (sic) y en congruencia asiste a las sesiones vestida de negro y paseando por los pasillos, aunque todavía no se le conoce que gima como la legendaria Llorona.
(Existe el antecedente del diputado de Nuevo Laredo Bruno Alvarez Valdez, que rompió a hachazos su curul y en otra ocasión, se hizo crucificar (de mentiritas), desplantes políticos que despiertan admiración aunque otras veces, sonrisas).
A propósito, la Suprema Corte de Justicia de la Nación decretó inconstitucionalidad en el decreto aprobado en el Congreso tamaulipeco donde reforman algunos procedimientos de su manejo interno.
Esta controversia podría generar un litigio atípico pues los diputados involucrados pueden invocar autonomía, independencia y libre determinación. O pueden aceptar calladamente la reprimenda y dar vuelta a la hoja; falta conocer lo que opine el Gobernador.
En otros temas, el presidente municipal victorense Eduardo Gattas Báez confirmó que la Secretaría de Hacienda recortará participaciones fiscales el fin de año, por algunos cientos de millones de pesos.
Pero el edil de la capital tamaulipeca reaccionó como el típico chamaco que se soba el golpe recibido, con la exclamación de que “ni me dolió”. En efecto, Gattas minimiza la tarascada federal con la afirmación de que su gobierno está preparado para resarcir el faltante.
Ojalá así sea. El consuelo es que se trata de una medida de carácter nacional, derivado del quebranto de las finanzas federales. Todos los Ayuntamientos serán exprimidos.
Las cosas están peor en San Fernando, pues no solo tienen quebrada la tesorería municipal, sino que también siguen envueltos en situaciones de peligro, al grado de que podrían suspender hasta las clases en las escuelas, por falta de seguridad.
Ahora resulta que hasta el embajador del gobierno estadounidense en México, Ken Salazar, habló pestes contra la política de seguridad de México, y cuando iban a pedir a Washington un reprimenda en su contra, no solo lo apoyaron, sino que agregaron otros reproches por el clima de miedo.
Claudia Sheinbaum debe estar en el Palacio Nacional deseando que los gringos no se pongan más exigentes, pues lo que puede seguir es que recomienden a sus paisanos no cruzar la línea fronteriza.
En Nuevo Laredo, el gobierno de Carmen Lilia Canturosas Villarreal celebró el 114 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, con uno de los desfiles más concurridos, coloridos y con una duración de más de tres horas, en el que se dieron cita 178 agrupaciones para un total de 4 mil 048 participantes.
Carmen Lilia estuvo en el estrado de honor, su cuerpo edilicio, oficiales del Heroico Ejército Nacional, invitados especiales como el Mayor de Laredo, Texas, Víctor Treviño, diputados locales, entre otros funcionarios.
“Hay que destacar el civismo, con temas tan bonitos y recordar a nuestros héroes y es importantísimo; estoy agradecida con todas las horas que dedicaron nuestros jóvenes, adultos mayores, los directores, a prepararse: el gasto que hacen para presentar los números de hoy”, señaló Carmen Lilia.
Los Panchos Villas, Zapatas, Maderos, las Adelitas, fueron representados generosamente por niños y adultos, evocando la gesta revolucionaria que cambiaría la historia, donde surgieron prerrogativas sociales que fueron plasmados en nuestra Constitución, como sufragio efectivo y derechos universales.
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