En un estudio de 192 niños de 0 a 22 años, 49 dieron positivo a SARS-CoV-2 y 18 tuvieron enfermedad de aparición tardía. Se demostró que niños infectados tenían nivel significativamente más alto de virus en sus vías respiratorias que adultos hospitalizados en UCI, según el Massachusetts General Hospital afiliado a Harvard y el Mass General Hospital for Children (The Journal of Pediatrics)
Sorprendió el alto nivel viral en especial los primeros 2 días de la infección. Pensar en todas las precauciones que se toman al tratar adultos graves y las cargas virales de estos pacientes son significativamente más bajas que las de un “niño sano”, el riesgo de contagio es mayor con carga viral alta. Cuando los niños presentan síntomas COVID-19, fiebre, secreción nasal y tos, a veces se superponen con influenza y resfriado común, lo que confunde un diagnóstico preciso.
El hallazgo tiene implicación para reabrir escuelas, guarderías y lugares de alta densidad de niños e interacción con maestros y personal. Es una preocupación para familias de ciertos grupos socioeconómicos y con adultos mayores vulnerables en el mismo hogar. 51% de los niños con infección SARS-CoV-2 eran de comunidades de bajos ingresos en comparación con el 2% de comunidades de altos ingresos. Otro hallazgo es que los investigadores desafían la hipótesis de que debido a que los niños tienen menor número de receptores inmunes para SARS-CoV2, los hace menos propensos a infectarse o enfermarse gravemente. Los datos muestran que, aunque los niños más pequeños tienen número menor del receptor del virus que niños mayores y adultos, no se correlaciona con carga viral disminuida. Los niños con carga viral alta son más contagiosos.
Estudiaron la respuesta inmune en MIS-C, infección sistémica de múltiples órganos que se desarrolla en niños con COVID-19 semanas después de la infección. Las complicaciones de la respuesta inmune acelerada que se observa en MIS-C incluyen problema cardíaco graves, shock e insuficiencia cardíaca aguda, es complicación grave, resultado de la respuesta inmunitaria a la infección por COVID-19. El número de estos pacientes crece, y al igual que en adultos con complicación sistémica grave, el corazón es el órgano favorito de la respuesta inmune posterior al COVID-19.
Los clínicos responden a las preguntas de los padres sobre el regreso seguro a la escuela y guardería. La pregunta es, ¿qué pasos implementarán para tener seguros a niños, maestros y personal? Las recomendaciones incluyen no depender de temperatura corporal o monitoreo de síntomas para identificar SARS-CoV -2 en el entorno escolar. Enfatizan medidas de control de infecciones, distanciamiento social, uso de mascarillas, protocolo efectivo de lavado de manos y combinación de aprendizaje remoto y en persona. La detección de rutina y continua de todos los estudiantes para SARS-CoV-2 con informe oportuno de los resultados es parte imperativa de una política de regreso seguro a la escuela.
El estudio proporciona datos para que los legisladores tomen las mejores decisiones posibles para escuelas, guarderías e instituciones que atienden a los niños, que son posible fuente de propagación y debe tenerse en cuenta en la planificación para la reapertura de las escuelas. Un regreso apresurado a la escuela sin planificación podría resultar en aumento en infecciones por COVID-19. Los niños desempeñan un papel más importante en esta pandemia.