La deforestación de lo que queda de bosques y selvas en el planeta hará más difícil sobrevivir y combatir la crisis climática ante el crecimiento poblacional —hay más de 7,800 millones de personas—, será más difícil la producción de alimentos. Cada día nacen 371 mil personas. La previsión es que en 8 años la población llegue a 8 mil 500 millones y para 2050 sean 9 mil 700 millones. ¿Cómo se van a alimentar? Una de las consecuencias de este crecimiento es el desmonte de suelos forestales por tala o quema debido a la expansión urbana, construcción de infraestructuras y siembra de cultivos para alimentar personas y ganado (38% de la superficie de tierra mundial se ocupa)

Esta práctica podría empeorar. La Amazonia brasileña está por llegar al punto de no retorno: De enero-junio 2020 la deforestación rompió récord de 3 mil 988 kilómetros cuadrados (Greenpeace) Una de las mayores tasas de deforestación la sufre Indonesia (islas de Sumatra, Borneo, Java y Nueva Guinea), debido al cultivo de la palma aceitera, lo cual ocasiona muerte de miles de animales: orangutanes, rinocerontes, tigres y aves, etc. En México, la Semarnat apunta que desde 2020 hay merma de más de 300 mil hectáreas de bosques y la previsión es perder 216 mil hectáreas forestales al año, a lo que se suma el crecimiento de la poblacional a tasa anual de 1.1%.

Enfrentamos varias crisis: climática, económica, escasez de alimento, altos precios, energía cara, atascos globales en las cadenas de suministro y logística, la invasión de Rusia a Ucrania, etc. El Departamento de Agricultura de EE. UU., indica que los países exportadores de alimentos responden al aumentar la producción para satisfacer la demanda, pero, en 18 meses, los precios del trigo han subido 110%, del maíz y aceite vegetal, 140%, y de soya, 90%. Desde 2021, la peor sequía en décadas afecta regiones productoras de soya de América del Sur y se elevan los precios de frijoles, harina y aceite. Ucrania y Rusia son exportadores de harina y aceite de trigo, maíz, cebada y girasol, pero la guerra interrumpió las exportaciones lo cual hace subir precios de las materias primas.

Naciones como Argentina limitan la exportación para proteger sus alimentos. Causa alarma la presión en Europa y Brasil para permitir la destrucción de bosques necesarios para la estabilidad del clima, y pasar a la agricultura industrial. La pérdida de bosques y selvas exacerbará el calentamiento global. Para México el panorama es crítico, pues no es autosuficiente y depende de la importación, por lo cual requiere y políticas para aumentar la producción de maíz, frijol, arroz y otros cultivos (Consejo Nacional Agropecuario) La tierra disponible para sembrar es muy limitada, y eso pone en riesgo los bosques y selvas, clave para la estabilidad del clima. La expansión de los cultivos se acelera. La crisis climática, la escasez y el aumento en los precios de los alimentos podrían tener consecuencias nefastas, como hambrunas y levantamientos sociales. Bosques, selvas y seguridad alimentaria están en gran peligro.