Los dos partidos que rivalizan en Tamaulipas con el PAN están inmersos en sendos procesos de renovación nacional de sus directivas, y sus resultados influirán en la designación o elección de las dirigencias locales.
MORENA y PRI están en vías de cambiar de rumbo, pues ambos estrenarán presidentes este mismo año y seguramente impondrán nuevas estrategias para tratar de recuperar terreno en Tamaulipas, donde fueron apaleados el domingo 2 de junio.
Cuando menos MORENA tiene el consuelo de haber ganado una diputación local en las urnas, pero el PRI no tiene dónde esconder la cara, pues perdió de todas, todas. Y no sólo eso, sino que su raquítica votación global, le permitirá el acceso a sólo tres diputaciones plurinominales.
Con tan pobre presencia en el escenario político, el PRI está plenamente rajado, hendido, partido, quebrado. Y lo peor está por venir.
En efecto, a partir de enero de 2020, el partido tricolor tendrá una drástica disminución en el monto de sus prerrogativas, pues si actualmente percibe cuatro millones de pesos cada mes, el próximo año tendrá sólo ministraciones por apenas un millón y medio de pesos.
Eso, sin contar el pago de multas, antiguas y nuevas, que impone el INE por diversas irregularidades, especialmente en procesos electorales.
El PRI está desahuciado, esa es la verdad. No tendrá capacidad económica de apoyar, así sea precariamente, a los comités municipales y muchos de ellos tendrán que ser clausurados, sobre todo los que tienen sedes arrendadas.
El reparto de prerrogativas es proporcional al número de votos que los partidos obtienen en las elecciones. Por eso el PRI está condenado a la inopia y no tiene siquiera la esperanza de colectar aportaciones de sus militantes que pertenecen al gobierno, pues son muy pocos.
El PRI tiene un solo diputado federal, mujer, ningún senador, once diputados salientes, tres futuros diputados locales plurinominales, seis presidentes municipales y un puñado de regidores.
Está descartado el pase de charola, pues la familia revolucionaria es avara y nada desprendida, aún aquellos que amasaron grandes fortunas a la sombra de los cargos públicos que ocuparon gracias a ese partido.
¿Cuál es entonces el futuro previsible para un PRI carente de dinero, ya no digamos para hacer campañas, sino siquiera para subsistir?, nadie lo sabe. Pero no es nada bueno.
Por eso los observadores dudan que Enrique Cárdenas del Avellano busque realmente conseguir convertirse en el nuevo presidente del partido. Ya fintó una vez, en 2017, cuando consiguió que obligaran al CEN a emitir una convocatoria para elegir al sucesor de Rafael González Benavides, quien se separó de la presidencia del partido para irse de diputado local.
Todos creyeron que Enrique se registraría entonces como candidato pero los dejó con un palmo de narices, pues consumada su travesura política, se concretó a ver la elección desde la barrera.
Compitieron Sergio Guajardo Maldonado y Oscar Luebbert Gutiérrez, siendo éste último el favorito, por razones obvias, pero aquel se convirtió en el candidato oficial, con el respaldo de Egidio Torre Cantú y de Francisco García Cabeza de Vaca.
El mismo Truco operó a favor de Guajardo y nos consta que hizo manita de puerco a los presidentes municipales Oscar Almaraz Smer, victorense, y Jesús de la Garza Díaz del Guante, de Matamoros, para que acarrearan a sus consejeros, a votar por él.
Otros muchos políticos del PRI fueron obligados por el Truco y sus colaboradores, a acarrear consejeros, entre ellos Ramón Garza Barrios y hasta a César García Coronado, para sepultar bajo votos a Luebbert Gutiérrez, por ser bronco irreductible.
Está decidido que Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, sustituya a Claudia Ruiz Massieu Salinas, lo que es una garantía de que Enrique Cárdenas del Avellano recuperará el manejo del PRI tamaulipeco, pues es su enlace estatal.
No será necesariamente Enrique quien quede al frente del partido, pues alguien de sus confianzas lo hará por él, Eliseo Castillo Tejeda o Luis Enrique El Pipo Rodríguez Sánchez, por ejemplo.
Cárdenas del Avellano se puso inmediatamente a trabajar. Designó al abogado Juan Alonso Camarillo como representante de la campaña de Alito en Río Bravo, quien a su vez tuvo la inteligencia de incorporar a esa tarea a la licenciada Verónica Serna Gallardo, que ya se había declarado partidaria y activista del próximo presidente del PRI.
El desenlace de la elección nacional en MORENA es más difícil de predecir, pues Yeidckol Polevnsky está decidida a permanecer en la presidencia, por las buenas o por las malas, aunque Alejandro Rojas Díaz Durán empieza a minar su poder.
El domingo se tomaron acuerdos que la dama rechaza con dureza, entre ellos, la incorporación de siete millones de militantes que ella se obstina en cerrarles las puertas, así como la destitución del representante de MORENA en el INE, Carlos H. Huerta, de todas sus confianzas.
Huerta se encolerizó contra quienes piden su destitución alegando fallas, calificándolos de estúpidos. Rafael Barajas, caricaturista de prensa que se firma como el Fisgón, es presidente del Instituto Nacional de Formación Política, y acusó a la señora Polevnsky y a Huerta, de obstaculizar su labor.
Alejandro Rojas Díaz Durán confirmó que se registrará como candidato a presidente de MORENA, con muy altas posibilidades de ganar. Es tamaulipeco por adopción y un valiente crítico del gobierno estatal, panista.
En otros temas, el Presidente de la República encabezó ayer en la Ciudad de México una reunión conjunta de seguridad, donde se anunció que 42 mil millones de pesos del Consejo Nacional de Seguridad, se repartirán entre municipios para fortalecer a las policías preventivas.
En Tamaulipas no hay policía municipal pero los Ayuntamientos siguen teniendo en sus presupuestos anuales un gasto autorizado para este rubro, que el gobierno estatal, panista, toma para sí, con el pretexto de que su policía estatal vigila las ciudades.
De esos 42 mil millones de pesos federales, Tamaulipas tendrá una porción, que no llegará a los municipios pues el gobierno estatal se la apropiará.
Por cierto, ayer hubo más tiroteos y abatidos en Ciudad Victoria, la capital del crimen, por el rumbo del Tec donde afortunadamente están vacías las aulas, por vacaciones. Se habla de dos agentes estatales fallecidos así como de un agresor sin vida.
La versión extraoficial refiere que los agentes estaban comiendo en un restaurante de carnitas, cuando fueron atacados. En la persecución habrían logrado alcanzar con sus balas a un sicario y aprehendido a otro.
Por su parte, el obispo de la diócesis de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, tiene contagio de los fanáticos que le apuestan al fracaso de la Cuarta Transformación, pues todos los días sale en los medios descalificando las acciones del gobierno federal de MORENA.
González Sánchez parece más bien activista de cualquier partido político, pues se regodea con singular alegría vaticinando la conversión de México en otro Venezuela y le endilga a AMLO todos los defectos y maldades del mundo.
Respetamos la libertad de expresión, pero nos parece que el representante de la iglesia católica debe dedicar más tiempo a cuidar a su rebaño y predicar con el ejemplo las enseñanzas bíblicas, especialmente las que recomiendan prudencia, indulgencia, tolerancia, humildad. No satanice.
Cumple años el periodista victorense Juan René Rodríguez de la Sota.

Correo electrónico:
albertoguerra65@hotmail.com