A propósito del buen fin; mis nietos, Sebastián y Emiliano, que están bien enterados de todo lo que acontece en su comunidad, supieron que habían adelantado la primera parte del aguinaldo, de ahí que no faltaron las invitaciones para que de igual manera, procediera a adelantarles el regalo que suelo hacerles en la Navidad; tratando de eludir el tema, les hablé de que de ninguna manera, el hecho de que se estuviera anticipando el recurso económico haría que la Navidad se adelantara, pero, haciendo alarde de una sorprendente agilidad mental, Sebastián me hablaba de lo que podría ahorrar si aprovechaba las ofertas y puso en mis manos unos folletos de varias tiendas donde se promovían los artículos de su interés; como yo seguía con mi actitud despistada; entró en acción Emiliano, quien se dirigió al minicomponente y ambientó el momento con música de villancicos; pero, haciendo alarde de mi espíritu regiomontano, les expliqué, que lo del Buen Fin, era una estrategia surgida de un acuerdo entre gobierno y el comercio con la finalidad de darle un respiro a la economía.
Al escuchar eso, me propusieron también llegar a un acuerdo entre abuelo y nietos, pues a pesar de estar ya muy cerca la celebración citada, argumentaron, que al adelantarles los obsequios, podrían disfrutarlos mayor tiempo, ya que, aunque les agradaba mucho la festividad, sienten que pasa demasiado rápido y en ocasiones, debido a que se la pasan visitando a todos los familiares, para desearles una feliz Navidad, al llevar los obsequios a las mismas, no falta que un adulto quiera disfrutarlos y suceda lo que no debería de ser.
Extrañado por el comentario, les pregunté qué era lo que no debería de suceder; bueno, dijo Sebastián, precisamente, debido a que la economía no anda tan bien en los hogares, tenemos duda, pues se optará por ahorrarse los obsequios y recibiremos puras felicitaciones.
es dije, no lo creo muchachos, una de las grandes satisfacciones de los adultos en esas fechas, es ver la cara de felicidad de los niños y adolescentes, cuando reciben sus regalos; a eso Emiliano respondió, por eso te digo abuelo, imagina a tus nietos cuánto más les puede durar la alegría si nos anticipas los regalos, ahora que tu economía mejoró temporalmente con tu aguinaldo.
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