María José llegó con los ojitos de borrego adormilado y José Manuel como parte del rebaño se veía igual, sus padres tenían un compromiso social y nos pidieron cuidáramos de los pequeños un par de horas; ellos llegaron directo a los mullidos sillones de la sala y a los pocos minutos ya estaban en los brazos de Morfeo; yo me encontraba cenando en la mesa del comedor y observaba con detenimiento la hermosura de ese par de traviesos, mi esposa me miró y adivinó mi pensamiento, diciendo: ¿Nostalgia? Sí, le dije, nostalgia y un poco de tristeza, estaba recordando un artículo que escribí, hace tiempo, cuando una de esas noches que, como hoy, tuvimos que cuidar a una parte de los nietos; ella se mostró interesada en el tema y se sentó a mi lado, apoyando sus codos en la mesa del comedor y sus manos sosteniendo su cara, parecía una niña esperando que le contara un cuento, así es que dijo: Ándale, recuérdame ese artículo que está rondando en tu mente en estos momentos. Entonces empecé a comentarle lo siguiente:

Era el domingo 5 de marzo de 2016, me encontraba sentado frente al monitor de la computadora, acomodando las ideas para escribir, como hoy, un artículo de la serie Lunes de reflexión, empecé escribiendo lo siguiente: Ayer viví un fin de semana intenso, como intensa fue la semana pasada, porque se quiera o no, siendo parte activa de una comunidad, vives en familia, todo lo que ocurre dentro y fuera de sus fronteras; amén de los sucesos escabrosos, también se viven intensamente sucesos gozosos, porque Dios nos da la oportunidad de estar más cerca de nuestra familia.

Sí, el fin de semana hubo toque de queda en mi hogar, pues de pronto nos tuvimos que quedar a cuidar nietos y temporalmente le dije adiós a mis deseos de descansar, de esparcimiento y recogimiento espiritual; ¡ah!, pero eso sí, recibí a cambio la gracia de compartir los avances del desarrollo físico, mental y espiritual de mi descendencia, y aquí que les narro parte de la riqueza que me obsequiaron mis amados nietos: Sebastián el mayor cumplió 11 años y con ello adquirió un poco más de seriedad y mejor manejo de su conducta, al día siguiente de la celebración de su festejo, se dio un tiempo para hablar conmigo, para informarme sobre sus planes futuros, entre ellos la instalación de una microempresa, donde producirá junto a su hermano, mermeladas de diversas frutas de temporada; la idea nació de su otro abuelo, al que ellos conocen como “Tata”, por cierto, le pregunté que por qué mejor no le decían abuelo como a mí , y me contestó, que su tata la dijo que abuelo sonaba como a muy viejito; bueno, regresando a la mentalidad empresarial de mi nieto, me pareció excelente la idea, por lo pronto, me encargó le juntara cuanto frasco de vidrio pudiera para el envasado. Por su parte, Emiliano, me dijo que él mejor pondría una microempresa de venta de gorditas de harina de azúcar y empanadas, porque Sebastián, al parecer, no quería socios, así es que, en la primera visita a la tienda de autoservicio, me pidió un préstamo y me hizo que le comprara la materia prima, me dio mucho gusto que sigue conservando sus valores de equidad y de justicia, porque me prometió darme del 50% de sus ganancias, y con eso pagaría su deuda. Andreita, la hermana de ambos, se dio una buena estirada y por fin le quedó el vestido que le regalé cuando tenía cinco años, lo luce estupendamente, parece una hermosa espiga de trigo que brilla  con los rayos del sol y se mueve al compás que le marca el viento; cariñosa como siempre, me dedicó muchos momentos preciosos, en uno de ellos, muy seriamente me dijo que estaba muy preocupada, porque sus hermanos habían aprendido algunas malas palabras y las practicaban frecuentemente, sobre todo, cuando no se ponen de acuerdo en los juegos; para tranquilizarla le dije que todo era temporal, pero ello insistió y me dijo que quería que pasara pronto, porque ella empezaba a aprendérselas.

Por último, María José de 10 meses de edad, me dio la oportunidad de practicar algunos ejercicios para salir de mi sedentarismo, teniendo unos padres atléticos, la niña heredó un gran potencial energético y su dinamismo es tremendo, perseguirla al gatear no es fácil, cuando desea descansar pide la carguen en brazos y aunque está anatómicamente bien constituida, su peso magro está logrando lo que no he podido lograr con las mancuernas. Pude observar también que tiene mucho potencial como actriz dramática, lo que heredó de Mayeya, que por un tiempo fue la primera actriz en las temporadas de teatro del otrora Campus Victoria de la UVB, siendo su tutor teatral el Dr. Antonio Ángel Beltrán Castro, director de teatro en aquella época de oro. Y es meritorio señalar también, que la bebé tiene una habilidad sorprendente para escaparse de la andadera y del corral, aptitudes heredadas de José, su padre.

Mis otras 2 nietas, María Fernanda y Valentina no participaron, pues tenían compromiso con Cristian su papá, pues era su cumpleaños y deseaba tener cerca a sus pequeñas.

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