Voy caminando por la vida, y a mi paso, encuentro personas, situaciones y oportunidades; caminando voy, en ocasiones con paso pausado, otras veces, acelerado, de acuerdo a lo que voy enfrentando; mucho de lo que encuentro lo hago mío, porque en mi prójimo me veo a mí mismo, mas, lo poco o lo mucho que pueda yo aportar para solucionar lo que llaman problemas, y yo llamo confusiones de percepción, y otros sentidos distorsionados, la solución siempre está en la mente de quien ha sido herido.
Hay cosas pequeñas que no nos agradan, y lo desagradable, por más pequeño que sea, lo hacemos grande, en la falsa idea de que con ello, podemos tener un motivo, para seguir mostrando nuestra inconformidad por todo lo malo que nos ha pasado y no merecíamos experimentar, de ahí que persiste perennemente en nosotros, un sentimiento de minusvalía, de indefensión, que viene de un tiempo y de un espacio, que forman parte de nuestro pasado, y que no debimos arrastrar con nosotros a través de nuestro breve recorrido por la tierra.
Ese estado de alerta constante, en el que estamos esperando que llegue en cualquier momento el fantasma que nos ha dañado, no nos deja disfrutar la vida, y en ocasiones, igual duele en el corazón de nuestros seres amados, porque el amor, cuando se entrega, es un lazo indisoluble que hace de las personas un sólo cuerpo, y aunque se puede luchar por defender la independencia de la individualidad para no crear apegos, mientras el cuerpo sienta dolor, sufre al realizar esa falsa defensa, mientras que el espíritu se mantiene inquieto, enviándonos tantos mensajes, para que paremos el erróneo proceder que tanto daño nos hace a las personas.
Mientras vamos caminando por la vida, tratando de deshacer los nudos de nuestra infelicidad, démonos la oportunidad de tener plena conciencia, para poner las cosas en su lugar, para que podamos ver y escuchar con toda claridad, para evitar ser arrastrados por la adversidad, y para evitar arrastrar con nosotros a las personas que nos aman. Debemos aprender de nuevo a comunicarnos con asertividad, no veamos como enemigos a quienes nos quieren ayudar a encontrarnos con nosotros mismos, porque en ocasiones, cuando lo hacemos solos, podemos equivocar el camino.
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com