“Es más fácil ponerse de acuerdo sobre lo que es el infierno que sobre lo que es el paraíso…“

André Glucksmann

En el lenguaje coloquial le llaman “amor apache”.

Permítame tratar de definirlo: Es el término con el que se refieren a una relación en la que los protagonistas se quieren y se necesitan, pero al mismo tiempo se odian y se rechazan. Esconden sus acuerdos bajo la mesa con improperios y se desgañitan para denunciar abusos entre sí, aunque en el fondo saben que las dos partes –pueden ser tres, cuatro o los integrantes de una tribu– obtienen beneficios.

¿Le parece conocido este escenario?

A su servidor sí. Me parece que lo anterior es una descripción cercana y válida del “affaire” que viven en Tamaulipas los diputados locales y el Auditor Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio.

La noche del martes la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado y el propio titular de la ASE dieron una muestra más de esas circunstancias, al convertir lo que originalmente pretendía ser una comparecencia formal en una supuesta “reunión de trabajo” –hasta en eso operó el maquillaje– en la que dominó la vieja frase del “hago como que te ataco y tú haces como que te defiendes”.

En el intercambio de palabras, los diputados dejaron claro que el contexto de esa supuesta rendición de cuentas resultó una especie de guión, en donde las preguntas y respuestas fueron, como en los exámenes amañados, conocidas de antemano. El lema pudo haber sido “Sin Sorpresas”.

No hubo nada nuevo sobre la mesa en esa soberana pérdida de tiempo destinada a alimentar al circo mediático y político en que se ha convertido esa Tribuna.

Lugares que ya son comunes como los temas de las cuentas públicas en duda, la lucha contra la corrupción, una controversia constitucional que empieza a hacerse añeja, el desfalco del ahora IPSSET durante el sexenio de Egidio Torre Cantú, lios de carácter familiar que nada tienen que ver con la función auditora y una serie de dimes y diretes cuyo manoseo ha terminado por hacerlos irrelevantes.

Por lo menos hasta ahora queda claro en la percepción de su servidor que las veredas recorridas son las mismas que ya han transitado diputados y auditor en anteriores interlocuciones, en donde Morena busca conseguir menciones periodísticas más sustentadas en el desprecio hacia el “cabecismo” que en argumentos reales, mientras Espino seguirá durmiendo tranquilo ante la certeza de que sus enemigos tienen las alforjas llenas a medias.

Al final los diputados tuvieron –como decía Andy Warhol– sus quince minutos de fama y el Auditor la seguridad de que su tarea está cumplida en lo que se refiere a la proteccion de su mecenas, gracias a que los legisladores parecen contentarse solamente con sacarle brillo a los zapatos viejos de sus acusaciones…

ULTIMA HORA: Lo curioso en el tema de la ASE es que su titular puede ser mucho más afectado por un lío sexual ajeno, que por no cumplir con sus obligaciones de fiscalización. Este mundo no es nada serio…

UN PROBLEMA ‘TRADICIONAL’

Un viejo dicho popular asienta que lo cortés no quita lo valiente.

He entendido siempre eso como el hecho de que reconocer públicamente los méritos de alguien no le resta valor a quien aprecia esos logros. Por el contrario, es de alguna manera honrar a la justicia.

El caso que ocupa esas palabras es el de la recolección de basura en Ciudad Victoria, un problema histórico en tantos y tantos trienios municipales.

Nunca ha sido fácil enfrentar ese reto urbano por el “tradicional” abandono que las sucesivas administraciones municipales dejan como herencia a las nuevas autoridades. “El que sigue paga la cuenta”, se suele decir.

Y sin embargo, la gestión de Eduardo Gattás, con el viento de la economía en contra, ha logrado que el barco siga navegando. A estas alturas, cumplir con ese servicio público con apenas 9 o 10 camiones recolectores ha sido, lo digo sin rubor, una hazaña. No es una loa sino una realidad. Tratar de retirar alrededor de 300 toneladas diarias de desechos con esa flotilla parece una de las tareas de Hércules en los establos de Augías.

Por eso es bienvenido el anunciado refuerzo de ese parque vehicular, que sumará doce nuevas unidades con el apoyo del Gobierno del Estado. No será la solución al cien por ciento, pero es un paso oxigenante…

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