La mayoría de los padres tratan de inculcar buenos hábitos sabiendo por experiencia propia que están sembrando notable beneficio para la vida futura de sus hijos.

Comenzando con el hábito de higiene personal y anímica, obediencia, cariño y respeto.
Toda esta guía más tarde será reforzada por la educación informativa en las escuelas con ello se irá puliendo la personalidad del individuo.

Actualmente al ir avanzando en edad los hábitos dependen de la moda en la forma de vestirse más también en la forma de expresarse en la actualidad no hay diferencia de género, tanto hombres como mujeres utilizan el mismo léxico.

Los muy habituales tatuajes, en épocas pasadas únicamente los hombres que estaban recluidos era una señal.

Los hábitos están clasificados en malsanos y en positivos y entre los primeros están el alcohol y el cigarro catalogados como vicios que atentan en contra vida de quien los padece, de quien los hace suyos aún sabiendo que agraden su salud.

Los buenos hábitos aportan gran beneficio mas desgraciadamente al llegar a la adolescencia es común que las personitas despierten a una época de rebeldía y las advertencias y correcciones se convierten en acicate para el individuo en ambos sexos, situación que puede definir hasta su destino.

El cariño, respeto, obediencia como expresé al principio harán que no haya obstáculos en la meta que desean alcanzar para su vida futura.

Ésto es todo por hoy.

Hasta la próxima. Carpe diem.