Matamoros y Río Bravo recibieron muy bien a la doctora Claudia Sheinbaum en lo que constituyó la primera parte de la agenda de este martes 19 por la zona fronteriza, eso hasta la hora del cierre de esta columna. Los organizadores Marco Batarse Ferrel y La Borrega Mario López Hernández lograron desempeños satisfactorios con la movilización de simpatizantes en uno y otro municipio. En pocas palabras vistieron el evento, muy al estilo del viejo priismo, grandes contingentes y mucho, pero mucho ruido.

Ya en el escenario,  la candidata de la coalición “Juntos haremos historia”. Se envalentonó y espetó “¡Aquí vamos a ganar las tres fórmulas! La de mayoría y primera minoría” y explicó, que por eso decidieron salir por separado, Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo.

Tanto optimismo sorprende, ojalá y que su equipo de campaña en Tamaulipas, acompañe este enunciado con acciones auténticas y realistas, porque los de enfrente no están mancos.

En ocasiones el exceso de confianza han contribuido a arar el territorio para cultivar una derrota, nada más hay que recordar a Tomás Yarrington cuando fanfarroneo a Francisco Labastida, “usted vaya a hacer campaña a otros estados, porque en Tamaulipas la tiene ganada”, palabras más, palabras menos, pero ese fue el sentido triunfalista que finalmente dio paso a la derrota.

A pesar de la transformación política que se supone ha vivido México (PRI-PAN-Morena), seguimos en el mismo escenario de simulación, de acarreos y de construcción de escenarios con olor a victoria. Las grandes concentraciones en otros tiempos convencían al electorado de que eran espontáneas, que los candidatos despertaban esas emociones y por imitación, de alguna manera esto influía en los votantes.

2.- El Meme Garza González, el maestro por excelencia de la operación política, decía que había candidatos caros y candidatos baratos. Los primeros son los que necesitaban mucha inversión para cambiar la dureza de sus facciones y de su lenguaje por plasticidad, esto a base de construir historias en su entorno y publicitarlas para darles el sentido humano y de afinidad con los electores.

Los candidatos caros, necesitan estrategias que los hagan adaptables a su entorno, a las circunstancias y a los individuos que los rodean.

Y los otros candidatos, que no requieren tanta inversión, son los que tienen el don de hacer click con los votantes. El carismático es ya un grado supremo, pero no se necesita tanto, basta con saber aterrizar en el mismo suelo que los electores.

En el proceso electoral de 2024 es un buen escenario para poner en la balanza en lo local, a Oscar Almaraz Smer, a Lalo Gattás Báez Y Luis Torre Aliyán. En este caso los 2 primeros ya tienen comprobado desempeño frente a los votantes, mientras que el tercero formó parte de la planilla de Xicoténcatl González Uresti y el último de estos, es su primera vez en la faena electoral.

Independientemente de que sólo uno de ellos será el alcalde, los resultados que tengan los restantes, será una calificación que nos dará idea de los valores, características y demás atributos que los victorenses habrán sopesado para elegir a su gobernante.

También estarán en competencia el capital destinado para hacer proselitismo. Aunque hoy existe la ventaja de las redes sociales, la realidad es que llegar con las manos vacías a tocar una puerta no da muy buenos resultados. Cualquier obsequio por modesto que sea, dejará el mensaje de “presencia”, porque ahí se queda el vaso, el abanico, la pelota, etc. obviamente con el nombre del candidato y las siglas del partido.

La realidad es que en estos menesteres no puede haber ausencia de recurso, de ahí la frase de todos los tiempos. “Candidato pobre, pobre candidato”.

De tal manera que no cualquiera puede aspirar a ser candidato, sobre todo a la alcaldía, los aspirantes a diputados son otra cosa.