En una ocasión me preguntaron la definición de amigo, y para contestar a la pregunta, pedí se me permitiera ir construyendo la definición apegándome a mi propio desarrollo como persona, entonces dije: Considero que mi primera amiga fue mi madre, en ella encontré la esencia maravillosa que le dio sustento a mi vida en comunión; ella estuvo para mí, desde el primer momento de mi definición como ser humano y por ella supe que un verdadero amigo es aquél que te ama. Después mis hermanos se convirtieron en mis amigos, seguro estoy que me amaban, pero algunos rivalizaban conmigo y competían por lograr ser los primeros en ser consentidos por el amor de nuestra madre y tenerla como su mejor amiga. Después aparecieron los compañeros en el aprendizaje conjunto y surgieron los amigos de preescolar, de la primaria, la secundaria, la preparatoria y la universidad, y en forma paralela surgieron los amigos del barrio o de la cuadra; en esta etapa, el ser tomado como amigo exigía adoptar una conducta similar a la de la mayoría del grupo, se tenía que ser solidario, leal, competitivo, arriesgado, incluso, tener una ideología afín para luchar por lo que se consideraba, en su momento, como el territorio, los derechos y los logros que se aglutinaban a favor del grupo; en esta etapa se sufría la primera sacudida al verdadero camino de la amistad, pues muchos desertaban al percatarse de que no podían perder su individualidad, o se negaban a compartir lo que se consideraba como sus bienes más preciados; en otros, surgían sentimientos encontrados como los celos, la envidia, el egoísmo y se les empezaba a poner una etiqueta de no gratos como amigos; podría decirse que aquí aplica la cita bíblica de que muchos son los llamados pero poco los escogidos; de hecho, en la universidad surge mi primer mejor amigo, en él se conjuntaron muchos de los elementos indispensables para estar dentro del concepto, pero principalmente sobresalía como en el caso de mi madre un sentimiento único: el amor. En esta etapa también aparece en mi vida mi segunda mejor amiga: Mi ahora esposa, que igualmente se distinguía por generar la forma más pura de amistad, la que sólo puede darse con el amor verdadero. En mis hijos igualmente veo y siento a mis amigos, porque ellos me aman como yo los amo, y qué decir de mis nietos, que si se diera el caso los amaría aunque ellos no me amaran. No pudiera consentir a ninguno de mis amigos fuera de lo que es y siento como mi familia; gracias a Dios puedo asegurarles que no tengo un solo amigo al que no ame, por eso podría decir que he amado a tantas personas en la vida que me considero muy afortunada.
Yo les aseguro que aquellos que he encontrado en mi camino, con los cuales he compartido una parte de mi vida, aquellos que pareciendo extraños porque nos vimos sólo una vez , o a los que sólo conozco porque cruzamos y compartimos palabras o imágenes amigables por los diferentes medios de comunicación, todos ellos son mis amigos.

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