López expresó, portarse bien, no mentir y no ser corrupto, derrota a Covid- 19. El país abre la cuarentena, vendrá rebrote ¿López será capaz de ser honesto?

El trabajo en remoto evolucionó. En España, en 2019, el 5% de los trabajadores desempeñaba su jornada en casa, hoy supera 30%, adaptación urgente en entorno en el cual 68% de las empresas no contaba con protocolo, consecuencia de un proceso de reacción ante crisis, sin proceso de reflexión y aceptación entre empresa y trabajador. Se debe analizar la ley que regule una práctica que tiene demasiadas lagunas. Falta marco legal que contemple esta realidad.

El teletrabajo es eficaz para proteger la salud y mostró que en sectores es posible prestar servicio a distancia, aunque el trabajo presencial presenta ventajas frente al teletrabajo. Recomiendan equilibrio, sentido común, prioridades. Se evalúa la igualdad de salario y de trato de quien va a la oficina o se queda en casa, la voluntariedad de la medida, uso de equipos o herramientas laborales. Dos puntos cruciales es los horarios (descanso, duración máxima de la jornada, horario flexible, franjas de disponibilidad obligada, desconexión digital) y la compensación de gastos (por ordenadores, no se pagará luz, agua o gas que se gaste en casa).

En el mundo, los sindicatos dicen que hay que afinar el control de la intimidad: uso de cámaras, grabación de audio, geolocalización, descarga de programas; protección de datos y ciberseguridad y registro de jornada. Consultoras, firmas de capital, petroleras, medios de comunicación empiezan a abrir con presencia rotatoria de empleados, espacios acotados, mascarillas en zonas comunes, control de temperatura y protocolos de contacto.

La Comisión Nacional para Racionalización de Horarios Españoles (ARHOE) dice que no es teletrabajo, es “tiempo de trabajo en casa forzado”, y no permite conciliar empleo y familia. El teletrabajo busca mejor vida personal y familiar, pero la precipitación, la urgencia, lo inusitado de las decisiones tomadas hace imposible encajar ambas realidades. Hay que ser conscientes de que el cuello de botella puede llegar de nuevo y estar preparados para ellos. Es cuestión de productividad, salud mental e igualdad, pues la mujer es la que peor parada sale con doble carga.

Si hay que repetir el encierro y trabajo forzoso en casa, los ciudadanos deben respetar principios básicos, que pueden desmoronarse si hay niños de por medio, pero que hay que intentar aplicar: imponerse horario y marcarse objetivos “claros y realizables”, con fecha de entrega; hay que entender que “la tecnología es amiga” y usarla para no sentirnos desbordados; evitar la procrastinación, y delimitar espacios de trabajo. Reto: ¿Podernos escapar de tiempos muertos, ser profesionales y miembros de familia sin enloquecer? Es el escenario para quienes trabajan y en el horizonte está la posibilidad de un frenazo económico, por incremento de casos. Si hay confinamiento, habrá cierre de empresas no esenciales y comenzará el ciclo de retraimiento del consumo y producción congelada. El verano, la esperanza, se cayó y estamos sin gallina de los huevos de oro, el turismo.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) apunta que el desempleo será 20% a fin de año si hay una segunda oleada Covid-19, que subiría al 22% en 2021. España partía con desventajas: desempleo alto, excesivos contratos temporales y dependencia de sectores atacados por la pandemia. De ahí que se actuó aprobando Expediente Temporal de Empleo, (ERTE) con beneficios para empresas y trabajadores que amortiguaran el golpe. Un millón de trabajadores están bajo esta figura y se espera que llegue a 3.7 millones. Gobierno, sindicatos y patrones negocian que continúe. Pendiente de debate está dinero para ayudar a quien se quede sin prestación, 460 euros al mes por 3 meses, que pueden beneficiar a 550 mil personas.

España pidió a la Comisión Europea 20 mil millones de euros del SURE, fondo de emergencia contra el desempleo, con el que financiará los ERTE y los ceses de actividades de autónomos. Estos últimos reclaman ayuda extra, porque un nuevo confinamiento sería “catastrófico” y, según datos, 72% de los empleados autónomos cerrará o reducirá su negocio.