Para EE. UU., México es parte de su seguridad interior. México y Canadá son parte del Comando Norte de la Secretaría de Defensa de la Unión Americana. El resto de América y el Caribe, es el Comando Sur, de otras 7 áreas de seguridad exterior. Ser considerado Comando Norte implica relación y compromisos superiores entre las fuerzas armadas de los dos países.

El jefe del Comando Norte, general de la Fuerza Aérea, Glen D. VanHerck, sostuvo que entre 30 y 35% del territorio de México está fuera del control de las autoridades y que la llegada de migrantes a la frontera de EE. UU., es un síntoma más de un problema amplio, los grupos criminales que operan en nuestro país.

Drogas, migración, tráfico humano, son síntomas de organizaciones criminales. Hay zonas en México que sólo formalmente están bajo control de la autoridad. Michoacán, Guerrero, Chiapas, Colima, Jalisco, Zacatecas, Guanajuato, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, son territorio de alta presencia y hegemonía criminal. En México, hay dos organizaciones criminales transnacionales: el Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, por lo que tenemos un operativo de seguridad nacional, dada la inestabilidad que crean estas organizaciones, las tragedias que provocan y las oportunidades que generan para que actores malignos como China y Rusia puedan tener acceso e influencia directamente en nuestra frontera sur.

Puede ser que al ejército de EE. UU., le preocupen o no las matanzas que ejecutan estos grupos en México, les importa su seguridad interior, por eso la exigencia de ser más duros con esas organizaciones y establecer combate frontal contra ellos, visión que no se comprende desde esa lógica, en México. Desde el punto de vista de nuestra relación con los militares mexicanos, son tremendos socios, tenemos relación fantástica de militar a militar. Aseguró, que el trabajo del Comando Norte con los altos mandos militares mexicanos se mantuvo de forma cercana en forma virtual durante la pandemia y a través de oficiales mexicanos destacados en la sede del Comando Norte, en Colorado Springs, donde hay encuentros regulares y trabajos de adiestramiento común desde la creación del Comando en 2002, para proteger la seguridad regional y la interior de EE. UU.

La declaración ante el Comité del Senado implica que ni las fuerzas armadas ni el Comando Norte comparten los términos de la investigación que la DEA realizó al general Salvador Cienfuegos. VanHerck, designado en agosto del 2020 como jefe del Comando Norte, debe estar al tanto de lo ocurrido y que Cienfuegos, secretario de Defensa, visitaba Washington, fue condecorado militarmente, visitó y trabajó con los mandos del Comando Norte durante la pasada administración. La colaboración que dice tener VanHerck con los militares mexicanos no admite traiciones de esa dimensión, sin que la confianza se vulnere, tampoco es de sexenios. Los mandos militares de EE. UU., no comparten el temor que en México se expresa que las Fuerzas Armadas terminen siendo símil de las venezolanas o cubanas. De ser así, no existiría ni esa confianza ni esa colaboración.