Hay muchos programas oficiales en los tres niveles de gobierno que son moda: durante alguna administración surgen y a los tres o seis años desaparecen, dejando a mucha gente necesitada con compromisos de toda índole.
Se trata, por lo general, de apoyos que se convierten en propaganda electorera, porque algunos vivales aprovechan para “vender” la idea de que es el gobierno de tal o cual color el que beneficia y no la autoridad municipal, estatal o federal.
Recordemos que el dinero con que se apoya a los que necesitan viene de los impuestos de todos, y ahí vienen incluidos de todos los institutos políticos sin distingo alguno.
Hay programas de tipo médico para apoyar con medicamentos o tratamientos que resultan inalcanzables, o entrega de prótesis para que algunas personas puedan incorporarse a la vida productiva. Otros, permiten que gente con enfermedades incurables tenga una esperanza de subsistencia, como son los casos de los enfermos crónicos, principalmente quienes han sido diagnosticados con diabetes.
Otros entregan materiales para construcción, semillas para siembra algunas cabezas de ganado o animales de especies varias -pequeñas- para iniciar un programa de supervivencia.
Y ese es uno de los grandes objetivos del gobierno en turno, sea cual sea el nivel y color: apoyar a los que necesitan, incluyendo los que tienen, porque se ha pensado que los programas son únicamente para apoyar a los que menos tienen, a los pobres nada más equívoco, porque otros tienen beneficiarios de todo rango socioeconómico y es legal.
El caso es que nuestros gobiernos tienen que estar pendientes de las entregas de apoyos para que no se malinterprete su existencia y se pueda hacer un buen uso de ellos, como es el caso, por ejem0lo, de las casi 2 millones 700 mil consultas que a través de la Secretaría de Salud llevó a la población el gobierno de Tamaulipas.
En ese sentido, dice la secretaria del ramo, Gloria Molina Gamboa que se logró beneficiar a unos 746 mil tamaulipecos con consultas y canalizaciones con especialistas, dada la complejidad de sus padecimientos.
Llaman aquí la atención diabéticos, hipertensos, madres adolescentes y con embarazos de alto riesgo como de las más importantes, aunque no son todas, porque hay muchas especialidades que tienen mucho trabajo de esta índole como es el de traumatología, entre otros.
Aquí lo que cuenta es la ayuda y sus resultados, y en ese sentido hay mucha gente agradecida que recibe estos beneficios.
¡Vaya! Ir con un especialista en diabetes -internista o endocrinólogo- implica gastos muy fuertes en consulta y medicamentos, para luego pagar estudios de laboratorio y muchas otras cosas.
La situación actual del México nuestro es difícil para muchos, motivo por el que hemos recurrido a la medicina institucional, saturando las clínicas del Sector Salud porque no podemos pagar lo que cobran muchos especialistas y lo que cuestan las medicinas, en manos de un puñado de insensibles y faltos de honorabilidad empresarios de la industria farmacéutica, que hacen del dolor el más sucio negocio.
Dice la titular de Salud Molina Gamboa que el gobierno tamaulipeco atiende al 40 por ciento de los casi 3 millones 661 mil habitantes de la entidad, lo que hace destacar esta labor que nos permite estar sanos y listos para producir en nuestra área de influencia.
Hizo énfasis la secretaria Molina en que la prevención es la mejor arma contra todo tipo de padecimientos, y exhorta a todos a que practiquemos ésta en las distintas fases, siempre aconsejados por un profesional de la salud.
Importante, sin duda, saber el apoyo que recibimos del gobierno, pero más importante será si tenemos el tino necesario para aprovechar estas acciones en bien de nuestras familias y el nuestro propio. Somos nuestros mejores promotores en salud. Aprovechémoslo.

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