“Todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar” este fragmente de la canción Amar y Querer, cuyo autor de la letra es Manuel Alejandro, y cantada magistralmente por el maestro José José, contestaba a la pregunta de uno de nuestros amigos al que llamaremos Juan y que se quejaba amargamente por no saber lo que necesitaba en la vida para sentirse plenamente satisfecho. El aseguraba que tenía lo indispensable para ser feliz, pero, no lo lograba, porque sentía que había algo intangible que se lo impedía; dueño de algunos bienes inmuebles, con un excelente trabajo, buena solvencia económica, una hermosa familia, y un grupo de amigos sinceros, en fin, parecía que no carecía de nada, entonces, ¿Por qué sentir esa sensación de desolación? Decíamos que la respuesta se encontraba en aquella frase de la mencionada canción, porque, los sentimientos de Juan no iban más allá que el de querer tener o poseer todo aquello que pensaba era necesario para que cualquier hombre pudiera sentirse feliz.

Entonces, ¿no es lo mismo querer que amar? la respuesta que en estos momentos está en su mente es correcta, nunca podrá tener el mismo significado, aunque con la evolución se perciba la influencia de tendencias que nos invitan en todo momento, a sumarnos al gran movimiento global del consumismo.

Ya hemos tratado el tema en otras ocasiones, la ciencia y la tecnología han estado orientadas en un camino equivocado, parecieran que, con el paso de los años, estuviera ganando espacios el empeño de las fuerzas oscuras por destruir la gran creación de Dios.

Padre nuestro, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Líbranos Señor de todos los males que están fragmentando la estructura familiar, líbranos de seguir perdiendo la voluntad a manos de tantas distracciones que nos impiden atender nuestras obligaciones y han limitado la comunicación interpersonal directa, franca y plena de emociones. Quiero que mis hijos me vean a los ojos cuando les hablo, que mi cónyuge atienda y comprenda las experiencias de vida que comparto, que mis compañeros de trabajo hablen por sí mismos de todo lo que les acontece y consideren valioso compartir, que la sociedad entera recupere los valores positivos perdidos o extraviados.

Lo que necesitamos es amar y dejar de querer sólo cosas y personas para satisfacer las necesidades que nos han impuesto aquellos a los que sólo les importa adorarse a sí mismos como si fueran dioses.

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