“La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie…”

Montesquieu

Bienvenidas las reformas que tienen como objetivo el bienestar de los ciudadanos y de sus familias.

Es el caso de la reforma proyectada para que el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado saque las manos de la caja registradora, deje de controlar el presupuesto de ese Poder y concentre sus esfuerzos en mejorar el respeto y cumplimiento de la ley. No se ve mal la iniciativa.

Pero, siempre hay un pero, representado en una pregunta:

¿Se auto aplicará el Congreso Local, en este caso la presidenta de la Junta de Coordinación Política, el mismo tope en sus funciones?

Si nos basamos al caso del Poder Judicial, entonces la vara de la equidad debe alcanzar a todos y el Legislativo no debe ser la excepción.

En otras palabras, que la titular de la JUCOPO se dedique sólo a legislar y no intente manejar el gasto de esa área, como lo hace ahora y como lo han hecho, hay que decirlo, sus antecesores. En otras palabras, que los promotores de ese ajuste legal, positivo sin duda, pongan el saludable ejemplo.

Como dicen en mi pueblo: Lo que es parejo no es chipotudo.

¿O qué?…¿Se vale que la justicia se haga sólo en las vacas de mi vecino?

LOS ESCENARIOS DE LA UAT

Es una noticia estimulante para la vida académica profesional de nuestro Estado.

En una evaluación realizada por el organismo Campaigns and Elections México, el desempeño del rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Guillermo Mendoza Cavazos, fue ubicado en el top ten de los mejor calificados en esa responsabilidad, al ubicarse en el sexto lugar de mayor aprobación en el país.

Hay que dimensionar este resultado de manera más profunda, por lo menos en tres escenarios.

Los expongo si me permite,

Primero: La opinión pública sobre el trabajo de Mendoza se desprende de manera importante de los sectores más preparados y por lo tanto más involucrados con las tareas de la UAT. Es la visión de académicos, profesionales, empresarios, científicos, artistas, estudiantes que junto a la sociedad civil en general, hacen que la valoración adquiera mayor credibilidad.

Segundo: Esa percepción sobre la actuación rectoral se logró en apenas unos meses de dirigir el recgtr al alma mater estatal, lo que habla de buenos resultados a corto plazo, que permiten esperar aún mejores saldos en el mediano y largo.

Y tercero: Esta calificación no tiene tintes políticos ni persigue un lucro en ese terreno, factor que la aleja de intereses sectarios o partidistas, que no son santo de devoción de los ciudadanos en cuanto a su solvencia moral y profesional.

En resumen, es un balance alentador no sólo para la UAT, sino para todos los tamaulipecos, que vemos en esa institución un polo de desarrollo socioeconómico para las nuevas generaciones.

Lo anterior no habla de que la UAT viva en un paraíso docente. Quedan asignaturas pendientes por resolver.

Perviven todavía en ella intereses soterrados que pretenden recuperar parcelas de poder que por fortuna ya han sido eliminadas de aulas y campus. Precisamente en ese sentido, la postura de Guillermo Mendoza sobre el rechazo total al pasado oscuro de la violencia materializado en el indeseable porrismo, es seguramente un motivo de su aprobación.

Como ex alumno y como ciudadano tamaulipeco, mi reconocimiento a este satisfactorio resultado…

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