No lo afirmamos nosotros, el que lo dejó asentado desde el 5 de abril de este año fue Gibrán Ramírez Reyes, analista de Milenio, y en un trabajo periodístico titulado “¿La destrucción de Morena? Presenta una larga lista de nombres relacionados con diferentes delitos, que van desde despojadores de tierras ejidales, discriminadores raciales, partidarios “indecentes”, personajes señalados por la Auditoría Superior de la Federación por irregularidades graves, defraudadores de modestas familias a los que pidieron dinero por viviendas que nunca existieron, esto entre otros muchos.
“Candidatos impresentables, muchos de ellos sin arrastre social” anotó en su escrito y a cada delito lo refirió a un estado, con nombres y apellidos.
“Hay, en Hidalgo, personas ligadas a la mafia del grupo universidad y a Miguel Osorio Chong, además de un ex subsecretario de Peña Nieto. Son candidatos, en Puebla, caciques que operaron fraudes electorales con Moreno Valle, y el tío del dueño del partido verde en aquella entidad, desde luego sin ganar encuestas. En Guanajuato hay miembros de la derecha huachicolera del panismo local, y defensores de lo podrido del viejo régimen hasta hace 15 minutos, como Luis Antonio Magdaleno”.
En la descripción que hace de los diferentes candidatos y patrocinadores del partido guinda no podía faltar el hijo de Maki, la alcaldesa saliente de Reynosa, “que nos abandera en ese municipio”.
Ya viendo el peso de los delitos que han protagonizados los actuales candidatos de Morena , y el perfil psicológico de otros elementos como Félix Salgado Macedonio en Guerrero, o el diputado poblano acusado de abusar sexualmente de un menor, un golpeador de mujeres que figura como candidato a alcalde en Victoria, es peccata minuta, pudo haber sido peor la carta morenista que asignaran a esta capital, comparada con los retratos hablados que expone Gibrán Ramírez.
Eduardo Gattas es afortunado porque el artículo de referencia se escribió hace un mes, y todavía no salía a la luz pública el expediente 482/2008, un documento testimonial que describe la personalidad violenta del hoy candidato en campaña, que a la sazón tenía 39 años, no era un jovencito y su víctima 22 años.
Hoy Gattás presume de que, su denunciante en el expediente citado, está haciendo campaña a su lado y de manita sudada, como preparatorianos.
NUEVO DIRIGENTE ESTATAL DE MORENA
Pero no todo es malo en los cuadros de Morena, es el caso de la renovación de dirigente estatal, un elemento con buena fama en Nuevo Laredo, si bien el procedimiento para sustituir en el cargo al profesor Enrique Torres Mendoza no cubrió con los requisitos mínimos de democracia, equidad y respeto a estatutos, eso con el agregado de que la autoridad electoral no autoriza la elección de dirigentes durante los procesos electorales.
Por el bien de las elecciones, esperemos que sea válida esta designación de dirigente, porque los afectados no son sólo los militantes, sino el ciudadano común que tiene derecho a contar con partidos debidamente constituidos y apegados a las reglas de juego.
Por lo que respecta a Oscar Alarcón Santos es ingeniero industrial egresado del Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo, y licenciado en derecho egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), aunque es más conocido por su desempeño como litigante en el área laboral.
Viene de una familia que en diferentes tiempos ha participado en política, su bisabuelo fue alcalde de Nuevo Laredo 1917-1921. Él es hijo de Oscar Alarcón Cantú, regidor del Ayuntamiento de Nuevo Laredo en el periodo 1990-1992, quien fue candidato a diputado federal en 1994.
El actual dirigente estatal figuró en 2015 como candidato a la diputación federal por el distrito 1 con cabecera en Nuevo Laredo por MORENA; coordinador juvenil durante la campaña presidencial de AMLO; y antes fue militante del PRD, por lo menos tiene bien definida su identidad con la izquierda y ha protagonizado cuando menos una campaña; también es conocido por su activismo social en su zona de residencia.
Oscar Alarcón tendrá que enfrentar muchos problemas en virtud de que el partido está prácticamente desmantelado, con deudas de renta de su domicilio institucional, faltantes en la tesorería que fueron oportunamente denunciados por el profesor Torres Mendoza, los descontentos hacia el interior del partido que se reflejan en 500 impugnaciones y de estas ya fueron descartadas 200.
Eso quiere decir que por lo pronto tendrá a 200 activistas que estarán contracorriente de los proyectos políticos de Morena, todos son elementos salvables si se pone en marcha una operación cicatriz, pero estamos a 4 semanas de que concluyan las campañas, ya no hay tiempo suficiente y falta ver con que “parque” (municiones) lo enviaron, que trae en la bolsa para sanar heridas.
Total, Alarcón Santos se sacó la rifa del tigre.