El espíritu navideño, empezó a moverse temprano en muchos hogares, evidenciando con ello, el anhelo de generar un ánimo que nos haga revivir mejores tiempos. Seguro estoy, que ésta extraordinaria y angustiante experiencia sanitaria, nos ha permitido reflexionar sobre lo valiosa que es la vida y lo importante que resulta cuidarla de una manera especial, para poder disfrutar cada momento a plenitud.
En la ya muy próxima Noche Buena, habrá algunas sillas vacías en los comedores de los hogares, que otrora, buscaban la forma de agrandar más la mesa, para que todos pudieran verse a la cara mientras departían una cena exquisita, pero ya sea por la pérdida de un familiar, o por la justificada ausencia de otros seres amados que muy a su pesar decidirán quedarse en casa, para evitar contagios de Covid-19.
Lo anterior me hizo recordar, que cuando fui niño y pensaba como niño, me ilusionaba llegar al festejo navideño por dos motivos: el recibir obsequios, y poder sentir la fuerza y la vitalidad de la unidad familiar; después en la adolescencia quería estar con mi familia pero también, en compañía de mis amigos; y en la juventud, quería estar con mi familia, pero más quería estar junto a mi novia. Al llegar a la edad adulta y al estar casado y con hijos, deseaba de nuevo estar con mi familia básica, para que mi familia pudiese apreciar lo maravillosa y lo grande que era, pero mi esposa deseaba lo mismo: estar al lado de su familia para que nuestros hijos pudiesen recibir de ellos la herencia amorosa donde ella había crecido. Al casarse nuestros hijos, ya no fue posible tomar decisiones por ellos, de tal forma que aceptamos sin condición, movernos hacia donde ellos quisieran que estuviéramos.
Hoy si Dios Padre nos lo permite, tendremos la oportunidad de estar en comunión mi esposa y yo, pero nos sentimos profundamente felices, porque tenderemos un invitado muy especial: Jesucristo, y junto a él, recordaremos lo afortunados que hemos sido al recibir tantas bendiciones por tantos años vividos, y daremos lo mejor de cada quien, para sentirnos felices.
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