En las elecciones de 2024 será la primera vez que podrán registrarse como candidatos jóvenes de 18 años de edad, o que estén por cumplirlos, siempre que esto ocurra antes del día de la elección, o ese mismo 2 de junio. Uno no puede dejar de preguntarse qué consecuencias traerá esta iniciativa en el terreno legislativo, donde se toman grandes decisiones en la vida del estado de Tamaulipas o en el caso nacional si pensamos en el Congreso de la Unión.

Estamos de acuerdo, que el Congreso local estaba obligado a aprobarlo, porque con o sin su aprobación la autoridad electoral estatal y federal tenían que acatar la ley central, es decir con o sin reforma local darían entrada al registro de candidatos de 18 años, tal como ya ocurrió en otras entidades.

El tema es que, históricamente no hay ninguna regulación en lo que se refiere al nivel de preparación (eso en aras de la democracia), de tal manera que si sumamos inexperiencia por la edad e incapacidad escolar vamos a tener un saldo reprobatorio, de por si algunos de los señores diputados y senadores dejan mucho que desear.

Revisamos el nivel de escolaridad de la actual LXV Legislatura federal en el caso de los senadores el 70 por ciento de los 128 que conforman ese foro, poseen cédula profesional. Obviamente a los 18 años van a predominar como máximo haber concluido la preparatoria o equivalente; y algunos cuando mucho habrán cursado los primeros 3 cuatrimestres o dos semestre de una carrera. Y lo que es peor, ahí van a tener que dejar inconclusos sus estudios, esto para los diputados federales y senadores radicados en provincia.

En el tema local sería lo mismo. Imagínese a los de Nuevo Laredo, o de cualquier punto de la frontera o zona sur. Algunos pensarán optimistamente en la educación a distancia. En fin, la cuestión es que tiene aspectos más negativos que positivos. Y si buscamos el propósito de esa reforma para dar juventud a los congresos y otros ramos del servicio público, los legisladores recurrirán al tema de democracia, a que son numéricamente importantes para tomar en cuenta su opinión.

¡Caramba! Pero si tienen los foros para la interlocución y deliberación de las ideas entre jóvenes y legisladores. Que también son un recurso para incentivar  la participación de este sector de la sociedad para ejerzan su derecho a votar. Por eso sólo podemos pensar que el interés es tener legisladores inexpertos en el tema de la vida y más manipulables por su edad.

Yo le preguntaría a los que aprobaron la reforma federal, si confiarían su negocio o empresa particular a un joven de 18 años, o a quienes son padres de familia si entregarían en matrimonio a su hija a un joven de esa misma edad, claro hay excepciones por causas imponderables y hasta de emergencia.

Podemos comentar que en tiempos del hegemónico PRI, entre los casos de bajo nivel de escolaridad que provocaban bromas, estaban principalmente en los liderazgos obreros, basta recordar a “Chava” Salvador Barragán Camacho (+) o a Diego Navarro Rodríguez (+) el primero del gremio petrolero y el segundo, dirigente de la CTM, que fueron senador y diputado federal respectivamente. Pero tenían a su favor la edad y la experiencia de sus respectivos liderazgos laborales.

Ahora con Morena, tenemos casos como el de la senadora Nestora Salgado, una activista y excomandante de la Policía Comunitaria  de Olinalá en el estado de Guerrero, que en su expediente no acredita ningún grado de estudios, ni primaria, ni una historia laboral, para llenar ese vacío alguien le obsequió un doctorado honoris causa.

Ese es el horizonte que podemos prever en la constitución de los próximos congresos locales y cámaras federales.

NOS VA A LLEVAR EL TREN… En medio de las más controvertidas vertientes de opinión el Tren Maya orgullo del actual régimen, fue inaugurado al estilo de la Cuarta T. con aspectos inconclusos en su servicio, que al ser su primer viaje de apertura debió ser al 100. Déjeme decirle que pese a la altísima inversión realizada y por realizarse, que sería otro tema de análisis, a nuestro parecer es una obra importante no sólo para el momento y para esa región, lo mejor que podía pasar es que se impulsaran en diferentes puntos del país el servicio ferroviario como está ocurriendo en otros países.

El Tren Maya tendrá impacto en la actividad turística de esa región, y como servicio de transporte para los que habitan en ese lugar, debe tener aprovechamiento en la carga que permite movilizar artículos de mayor volumen y ser a más bajo costo.

Sin embargo los problemas surgidos en las primeras 24 horas de servicio permiten ver, que hubo falta de visión, al no considerar que pasajeros locales que provienen de niveles socioeconómicos débiles, para los que el servicio de restaurante resulta caro. Para muestra un botón, $ 40.00 unas mantecadas (pan) y $ 220.00 un almuerzo.

En los ferrocarriles nacionales del siglo pasado había vagones de primera y de segunda, obviamente con diferente costo. Entendemos que en este proyecto y otros futuros serán aprovechados los tendidos de rieles ya existentes. Si es así, deben considerar que las rutas traviesan las zonas más pobres del país, es el caso del tramo que va de Tehuacán, Puebla a Oaxaca o el de Chihuahua que atraviesa el corazón de la Sierra Tarahumara, donde hay miseria y los pobladores se acercan a pedir ayuda, y los que tentativamente subieran al tren, quizá no traigan ni para el pasaje.

Estas rutas también tienen paisajes inigualables, de los que sólo se puede disfrutar por tren  o en viajes por aire, pero representa alquilar un helicóptero lo cual no es nada económico.

Podemos concluir que el Tren Maya por lo que hemos visto en fotografías y videos, es confortable, agradable y evocando a los del pasado, tienen mucho por ofrecer como atractivo turístico, como medio de relajamiento y para conocer rincones de nuestro país que son inaccesibles por otras vías. Es un buen inicio que puede mejorar y esperamos que nos “lleve el tren” a conocer el otro México, un sector muy olvidado y que hoy con las redes sociales, propicie que los gobiernos estatales y federal volteen a verlos.