“Dirigirá a los humildes por la vía de justicia; enseñará sus caminos a los apacibles” (Salmo 24:9)

Llegó hasta mí con una sonrisa natural, como si todo estuviera bien y yo que conozco la pesada y dolorosa carga que llevaba en su corazón, sonreí con compasión, como ella quería, porque con su mirada buscaba en mí la actitud que refleja la confianza que da la fe, que va más allá de lo que puede ofrecer la ciencia; después sacó de una bolsa tres duraznos frescos y una porción de los mismos en conserva, me dijo lo mucho que me estima y habló también de todo lo que sabe que me agrada.

La humildad se reflejaba en su actitud, y el amor se hacía evidente en su voz, en la expresión de su cara, en su mirada y en las palpitaciones de su corazón, pero también conozco su fe y sé que tiene la esperanza puesta en la oración interminable que dirige al Señor, al Padre nuestro, al salvador.

Mientras afuera de aquella burbuja espiritual, se escuchaban los comentarios sobre las elecciones, el futbol, sobre el desencanto y la incertidumbre que seguramente se traduce como el yugo que por voluntad todos llevamos cargando, pero que no tiene el suficiente peso para rebasar el que se lleva en el alma, cuando se tiene una pena moral.

El diálogo se dio en forma natural y la humildad de ambos, nos permitió viajar al pasado para encontrar una semejanza en nuestras raíces, a los dos nos había cobijado el amor por la tierra de nuestros antepasados; de pronto, nos vimos realizando tareas propias de campo, desgranando las mazorcas de maíz, apilando el dorado grano, metiendo los brazos  entre los mismos, para sentir el calor que del sol habían guardado; nos vimos cumpliendo con el mandato de nuestros abuelos y sintiendo el rigor del castigo por la desobediencia en las tareas. Nos vimos disfrutando los saludables guisos caseros, y observando y cuidando de los animales. De todo ello concluimos que yo médico y ella paciente, éramos naturalmente iguales, que no hay mayor riqueza que la de saberse y conducirse con humildad en la vida.

Correo electrónico:

enfoque_sbc@hotmail.com