Si los militantes priístas de Tamaulipas piensan que viven en un mundo de inconsistencias y absurdos, desde estas líneas les envío un atento mensaje: No están solos.

Ese galimatías que es hoy el tricolor en el Estado es sólo una manifestación más de lo que sucede dentro de ese instituto en por lo menos 15 o 20 entidades más, en donde sus comités directivos estatales, como es el caso de nuestra patria chica, son un émulo de la bíblica Torre de Babel: hablan tantos lenguajes diferentes que muy pocos se entienden.

No es toda la culpa de sus respectivas dirigencias, porque la cuna original de sus males está en su liderazgo nacional, hoy todavía más agrietado por la insistente versión de que todo está preparado para decirle adiós a su Presidente del Comité Ejecutivo, Enrique Ochoa Reza.

¿Qué sucede en el Revolucionario Institucional?

Me dan la impresión quienes lo manejan, de ser esos niños que se hartaron de divertirse con su juguete favorito y ahora no lo quieren ver ni en pintura. Y ojalá esa sea la explicación, porque la otra posibilidad sería un gancho al hígado para quienes han trabajado toda su vida por ese partido.

¿Cuál es esa posibilidad?

La que se ha ventilado con profusión en todos los pasillos, cafés, oficinas y banquetas: la maquillada entrega y en apariencia frustrada –por las broncas internas panistas– del poder federal al color azul, para cerrarle el paso a Andrés Manuel López Obrador.

Por el bien de los priístas, ojalá sea el hartazgo y el valegorrismo la explicación. Porque la otra, se llamaría sólo de una manera: Traición…

 

FERVOR PATRIO

A veces –en realidad me sucede con frecuencia– no entiendo lo que sucede a mi alrededor. En ese nebuloso mundo incluyo a la política y a muchas de las acciones que de ella se desprenden.

Una muestra son los pendones monumentales que adornan en este mes al Palacio de Gobierno en Ciudad Victoria. En estos días de intenso fervor patrio, extraño en ellos los colores de la bandera que año tras año engalanaron al solemne edificio y que desde mis años infantiles me enseñaron a amar.

¿Por qué ahora el extraño tono en esos lienzos?

Me parece, en una opinión muy personal, que sobre la colorimetría de la política partidista, debería prevalecer la frase inmortal de Vicente Guerrero:

La Patria es primero…

 

CAPACIDAD FEMENINA

El derecho de la mujer a un trato igualitario se debe ganar por capacidad, dijo el gobernador Francisco García ayer.

Tiene razón. Y me viene a la memoria como ejemplo la fallecida magistrada tamaulipeca Martha Chávez Padrón, de la cual refiero una anécdota.

En su campaña para diputada federal en la década de los ochenta, la doctora en derecho acudió a un mitin en Xicoténcatl. El entonces joven alcalde, Luis Enrique Rodríguez Sánchez, “El Pipo” fue avisado apenas unas horas antes y no sabía cómo acercarle a la gente. Hasta que se le ocurrió una idea.

Llamó a su jefe de policía y le instruyó para que 15 minutos antes de la llegada de la candidata disparara al aire en la plaza. Los pobladores se arremolinaron de inmediato en el lugar, por lo que al llegar la doctora quedó encantada.

No faltó después quien le dijera a doña Martha cómo le organizaron el acto y ya como diputada se encontró con Luis Enrique, a quien le preguntó si él era el alcalde de Xico.

“Sí”, dijo éste, esperando una felicitación. En su lugar la legisladora le espetó un grandioso recordatorio maternal que pintó de rojo encendido al edil.

Como se ve, ser erudita no es obstáculo para un muy mexicano desahogo…

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