Muchas cosas buenas pasan frente a nuestros ojos sin que nos percatemos de ellas, afortunadamente hay personas que mantienen intacta su curiosidad natural y se interesan en aprender de las muchas cosas que acontecen en la vida; yo me considero un curioso natural y me gusta observar e investigar sobre todo lo que me apasiona, y dentro de estos temas se encuentran los procesos que ocurren en las relaciones familiares; hace una semana me interesé en reunir las frases célebres de la autoría de mis nietos y si usted me lo permite, estimado lector, se las compartiré, aclaro, sin ningún afán vanidoso, sobre todo, porque sé que los niños son sabios y tienen mucho que enseñarnos. Empezaré del mayor al menor:
-Sebastian (14 años): “Si al menos me escucharan entenderían todo lo que estoy sintiendo” “No soporto que me juzguen sólo por mis actos, sobre todo, si no aceptan los motivos que los ocasionan”
-Emiliano (12 años): “Si existieran los derechos de mi edad, respetarían mis decisiones” “En verdad, créanme que los amo a todos, pero en ocasiones siento que ustedes no me aman” “He aprendido a fingir lo que me pasa, porque eso me hace parecer que soy fuerte”
– Andrea (10 años): “Tu no me conoces, no sabes nada de mi vida, si lo supieras, sabrías lo que más deseo y conocerías mis gustos”
-Fernanda (9 años): “Los papás quieren que siempre les hagamos caso, pero a los niños no nos hacen caso, le digo a papá que el cigarro es malo para su salud, pero sigue fumando”
-Valentina (7 años): “Ahora sé que eres mi abuelo, antes pensaba que sólo eras mi tío”
María José (4 años): “Me siento muy afortunada porque soy la consentida del abuelo” “Abuelo no te enojes conmigo, me gusta hacerte renegar, pero en ocasiones es la única manera de hacer que juegues conmigo”
José Manuel (3 años): “Abuelo tu carro blanco es el mejor carro para ir a comprar conchas” “Abuelo algún día me dirás quién es el gnomo, porque las ranas no hablan”.
Tal vez estás frases no resulten ser tan célebres para los demás, pero para mí valen oro y no sólo las guardo en el corazón, sino que me recuerdan todos los días que hay asuntos pendientes que requieren una respuesta.
“Dichoso el abuelo que comparte la sabiduría de nietos, que no sólo se le toma en cuenta para jugar, sino se le da la suficiente confianza para resolver las dudas existenciales de las futuras celebridades” (SBC).

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