A veces se llora en silencio, otras tantas, se tiene la dicha de llorar gritando; cuando llora el alma, nuestro interior se va anegando, y cuando llora el cuerpo, se está desecando. Que es la edad, dicen los viejos, sintiendo que aún son jóvenes, pero en ocasiones, también llora el niño que todos llevamos dentro; de un tiempo para acá, todo se me va en llorar, pero para mi infortunio, lloro en silencio; y es por eso que me siento ahogar en la amargura de la incapacidad, por sentirme inútil ante una soledad que sin ser la mía, la siento dentro. Que… ¿qué va a pasar? No lo sé, lo sabré cuando llegue el momento en el que ya no tenga más lágrimas para llorar.
A veces se llora en silencio y decimos no saber por qué, claro que lo sabemos, pero el miedo no nos deja reconocer, que aparentando ser un valiente en el día, por las noches se perla la frente cuando al estar dormido, en los sueños se tiene que luchar para vencer la cobardía.
Que en ocasiones, a pesar de cerrar la boca, se escapa el lamento de un dolor que llevo muy dentro, pero busco la forma para poderme ocultar de aquellos que piensan que ya nada me importa; pero lo mejor de esto, es que cuando pienso que estoy a solas llorando, siempre estás Tú a mi lado, y me miras y me dejas desahogar y yo esperando de ti unas palabras para poderme consolar ¡Por qué me dejas llorar tanto! te digo desesperado, y permaneces callado, viéndome con aquella ternura, capaz de curar la locura hasta el ser más desdichado. Dime algo mi Señor… como aquel día en que estando en la cruz, perdonaste todos mis pecados.
A veces se llora en silencio, porque es un llanto eterno que me ha acompañado desde el día en que te conocí, aquel día en el que pagabas las culpas por mí, el día en que te quedaste para siempre a mi lado. Ahora sé que cuando llora mi cuerpo, lloro por todo aquello que pude haber hecho por ti y me quedé callado.
Hay ocasiones en las cuáles mis recuerdos me llevan tan lejos, a un tiempo, que pareciendo lejano, me va acercando cada vez más hacia ti, en el tiempo en el que me pediste dejara todo para seguirte, y te seguí.

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