Un buen día me encontraba meditando sobre la vida, y como suele suceder, cuando estás por demás absorto de todo lo que te rodea, disque buscando respuestas de aquello que te inquieta, y antes de pasar a otra dimensión, sale a mi encuentro mi esencia espiritual, para contestar sin tanto cuento, lo que muchas veces ya sé, pero no quiero aceptar; y sabiéndome bendecido con esa extraordinaria capacidad, lo digo con humildad, que todo lo que soy y poseo viene del más allá, y de seguro pertenecía a alguien más, de ahí, que muchos eventos sin explicar, parecieran experiencias ya vividas en otro tiempo, en otro lugar, tal vez dentro de otro cuerpo, con otro nombre, la verdad no lo sé, ni lo quiero investigar, pero, aprovechando tanta sabiduría, se me ocurrió preguntar, y he aquí lo que la esencia divina nos puede aportar:
Si quieres sentir de nuevo como sentías ayer, quítate los zapatos, y ya descalzo pisa el suelo, si eso no te hace sentir más joven, menos te hará sentir más viejo, pero de una cosa estoy seguro, que si sigues mi consejo, te sentirás como un hombre nuevo; y es que con tanta prisa, algunas veces, nos olvidamos hasta de quitarnos el calzado para poder descansar en paz; y en ocasiones, hasta solemos dormir parados, ya sea porque es tanto nuestro cansancio y sueño, que no podemos llegar a la cama a reposar.
A veces me he preguntado por qué tanta prisa por llegar, si cuando llegamos, no solemos recordar por qué estamos en ese lugar, si fuera por buscar la felicidad, te diría que estamos equivocados, no se necesita correr desesperado en busca de lo que siempre hemos tenido a nuestro lado y que por hacer de la vida una rutina no hemos podido disfrutar.
Hoy me importa más la muerte que la vida, porque pensar en ella me hace entrar en razón, seguramente, a usted como yo, le ha entrado la duda de si la vida sólo es un trayecto para poder madurar, para llegar a mejor puerto y poder en el cielo desembarcar con la pureza exigida por un Dios que no ha muerto y no morirá jamás, y que constantemente nos hace recordar, que nos dio como el más valioso don, la vida, no para que ésta fuera perdida entre tanta discusión estéril desmedida, sino para poder disfrutarla con plenitud de conciencia, para madurar en la forma debida.
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com