En la víspera del 24 de diciembre, es imposible no recordar con agrado y una sonrisa, al maestro periodista Rubén Narváez. Precisamente esta casa editora fue la que le abrió las puertas en esta capital a su inigualable estilo, allá en la década ochentera

De él, nunca conocí su segundo apellido, pero sí tuve la oportunidad de saborear sus trabajos periodísticos, repletos de vivaces anécdotas y lecciones inolvidables sobre la vida política, que fue su gran pasión en sus andares profesionales y dolor de cabeza para sus ocasionales “víctimas”.

Por la fecha, recordaré aquí el subtìtulo de su columna: “Los enemigos de Santa Claus”.

Tenía por atávica costumbre, publicarla en aquellos diciembres que sin duda fueron mucho más cálidos que el presente, en donde el clima se revela en una vieja canción de Connie Francis, “invierno es azul, triste, muy triste…”

En apretada síntesis, el maestro exhibía a los funcionarios públicos que se escudaban en éticas desfasadas o en ordenamientos que ellos nunca respetaban en su beneficio, para no dispensar presentes a sus amigos.

¡Qué divertidas descripciones de esos supuestos defensores públicos de la moral!

Ah, mi admirado Rubén, ¡cuánta falta haces para poner en el balcón a los maquillistas del presupuesto!.

Descansa en paz…

EL PORTAZO

La determinación tiene, de acuerdo a los expertos en el tema, un mensaje claro para el proceso electoral en el Estado:

Es un portazo en la nariz. Lo medular es para quién o quiénes.

Ayer, el Instituto Nacional Electoral, en sesión urgente, decidió por unanimidad de sus consejeros, designar a Tania Gisela Contreras López como Presidente del Instituto Estatal Electoral, como reemplazo de Jesús Eduardo Hernández Anguiano, cuya polémica figura enturbió el clima preelectoral.

La dama, es la percepción, no será plastilina moldeable para el poder en turno si intenta meter la mano en ese organismo. Su perfil tricolor –fue Secretaria del Congreso Local bajo el control de Ramiro Ramos– debe quitar el sueño a quienes pensaban que podrían operar tras bambalinas al IETAM gracias a una herencia egidista.

El manotazo en el escritorio resonó. Para algunos, es la señal de que un acuerdo celebrado año y medio atrás ya caducó…

CUÍDESE, POR FAVOR…

Permítame en este espacio hacer a la política a un lado y concentrarme en algo mucho más importante: la vida. La humana, en este caso.

Llegué a esta capital a mediados de los ochenta. En esas más de tres décadas de haber sido recibido con los brazos abiertos por los victorenses, he sido testigo, cercano o lejano, de circunstancias felices, tristes, regocijantes, deprimentes, reanimadoras, emocionantes y algunas etiquetadas por la indiferencia.

Pero una temporada navideña como que la vivimos ahora, no la recuerdo. Tan trágica, tan lamentable. Las vidas perdidas en accidentes de carretera me calan en el alma, me congelan el espíritu.

No tengo méritos para dar consejos pero sí puedo exponer mis deseos. Los mejores son que mi familia, mis amigos y todos en general, pasen una Navidad espléndida, alegre.

Por favor –permítame la invocación– por el amor de Dios, cuídese y cuide a sus seres queridos. Sea en la ciudad o fuera de ella, no maneje a velocidades inmoderadas, respete los señalamientos y a los demás conductores. Disfrute de estos días, no los lamente.

No quiero sufrir ni siquiera como testigo más desgracias, que no por ajenas son menos dolorosas.¡Feliz Navidad!…

Twitter: @LABERINTOS HOY