En el proceloso mar de nombres, apellidos, trayectorias, padrinazgos y hasta complicidades que hoy son en Tamaulipas los días previos a los “destapes” de candidatos a la gubernatura, curiosa e inesperadamente un perfil de “caballo negro” empieza a adquirir mayor relieve.
No es un avance en una sola parcela o bajo unas siglas específicas. Su nombre suena cada día con mayor volumen entre los generales de cinco estrellas de Acción Nacional y del Partido Revolucionario Institucional, consensado con el Partido de la Revolución Democrática. Y desde luego, también en el Movimiento de Regeneración Nacional. Y eso que llegó tarde.
Como asienta una vieja y jocosa frase política en el Estado, les daré sus “iniciales” como pista: Maki Ortiz Domínguez.
Quien está a punto de ser ex alcaldesa de Reynosa es manejada entre la factible alianza panista, priísta y perredista, como la opción más confiable para cerrarle el paso a MORENA el año entrante. La propuesta está en la mesa, en donde la propia familia Calderón-Zavala está involucrada.
En contraparte, en el establo morenista no cesan las voces que intentan abrirle paso a la dama para arrebatarles el que parece ser el misil de mayor potencia que pueden conseguir sus opositores y de paso, aseguran, dar el tiro de gracia a la coalición que intenta armarse.
Concretar esa idea parece sin embargo hasta ahora un sueño guajiro. Son demasiados los intereses ya entrelazados de los aspirantes en uno y en otro bando y muy amplias las brechas abiertas por la presidente municipal con grupos políticos estatales, como para que todos saluden alegremente esa posibilidad y estén dispuestos a abrirle las puertas. Enfrenta Maki hasta ahora mucha más oposición que simpatías.
El quid de este caótico escenario es aclarar dos dudas, de cuya resolución dependerá la identidad de los ungidos:
Una de ellas es definir qué es lo que quieren los partidos que contenderán en el ya inminente 2022: Arrollar, simplemente ganar o en el peor de los escenarios, sobrevivir. Quien los represente será la diferencia.
La otra es mucho más importante: ¿En dónde se decidirán las candidaturas, en Tamaulipas o en las sedes nacionales?
Vaya, siempre pensé que la sucesión gubernamental sería interesante, pero ahora me doy cuenta que también puede ser divertida…
LA RAZÓN DEL MAESTRO
A destiempo, como suele suceder, va un reconocimiento a la memoria y visión del ingeniero Heberto Castillo, uno de los íconos de la izquierda mexicana, cuando militar en esas filas era una aventura azarosa y peligrosa.
Recordarlo viene al caso por lo que cuarenta años atrás él propuso como posible solución a la polución atmosférica en la Ciudad de México, entonces llamada Distrito Federal.
El también maestro en la UNAM planteó la operación de una serie de abanicos gigantescos que estratégicamente ubicados se unieran a los vientos naturales para alejar de esa zona urbana las emanaciones tóxicas cuando su densidad lo hiciera necesario. Quien no lo menospreció, se burló de él.
Bueno, ayer me enteré de que en Nueva Delhi, capital de La India u la ciudad más contaminada del mundo, implementarán una red de macro abanicos con el mismo objetivo que presentó décadas atrás Heberto Castillo. Ahora todos lo ven como una solución adecuada y el costo, que en pesos mexicanos es de 40 millones cada uno, lo ven como pecata minuta.
Sí, ahora compruebo la vieja frase que los visionarios soltaban cuando los mandaban a freír espárragos porque nadie los entendía:
¡Ah, ahora a los genios nos dicen locos!…
LA FRASE DEL DÍA
“Ante una lista de candidatos se piensa que, felizmente, sólo puede ser elegido uno”…
Noel Clarasó