Al reiniciar mis actividades profesionales, después de un breve período vacacional, a una de mis pacientes más añosas y a la que tengo al menos veinte años de atender, le pareció verme con renovada energía, y para motivarme, me dijo la siguiente frase:

“Le cayeron bien las vacaciones, tiene usted la misma actitud del primer día que me atendió” le agradecí el comentario con una sonrisa, pero, después me quedé pensando, en cuál sería mi actitud de ese primer día, así es que, antes de que saliera de la consulta le pregunté:

_Discúlpeme doña Petrita, me podría decir ¿cómo era mi actitud aquel lejano día en que tuve el placer de servirla como médico? ella se me quedó mirando por unos segundos, y me contestó:

_Pues verá usted médico, tengo ya tan mala memoria, que no me acuerdo, pero de seguro, su actitud ha de haber sido buena, porque de otra manera, no creo que hubiera regresado a consultar.

La sincera dama salió del consultorio, pero, me dejó pensando cuál sería en realidad mi desempeño en aquella consulta, más, como tuve muchos pacientes ese día, olvidé el asunto, pero en una pequeña pausa de las 15:30 horas y estando ya en la última consulta, que por cierto, era paciente de un compañero que se encontraba en esos momentos de vacaciones.

Al entrar se le veía ya cansada y tal vez, un tanto desesperada por la larga espera, lo que me motivó a pedirle una disculpa; ella comprendió que parte de la ansiedad se debía a que le había tocado la última ficha y era lógico que tenía que ser más paciente que los primeros que fueron atendidos.

La consulta se llevó de forma normal y procedí a seguir la metodología que marca la normatividad; al término de la consulta, a manera de reforzamiento de mi disculpa primaria, le comenté que no podía dejar de elaborar su Expediente Clínico y seguir el procedimiento que implica consultar por primera vez, entonces ella dijo:

_No se preocupe médico, cuando estaba en la sala de espera, me percaté que sólo dos pacientes procedían de su área de influencia, los demás consultamos en otros, seguramente que nos consideró como pacientes de primera vez, pero por lo que a mi toca, ojalá siempre atienda con la buena actitud con la que me ha atendido en esta primera vez.

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