Después de aclarada la campaña de falsedades y verdades a medias de Loret, Brozo,Chumel y demás comentaristas en serie, que en su afán por desacreditar al presidente y a su familia, magnificaron el alquiler de una mansión en un suburbio de Houston por el hijo mayor de AMLO. Al final quedaron en evidencia por sus opiniones manipuladoras y mal intencionadas, ya que el reporte oficial de la empresa Baker Huges demostró que la casa no fue comprada, ni regalada, ni hubo conflicto de interésalguno.
La discusión se originó en la incómoda denuncia que hizo AMLO al señalar que Latinusera patrocinada indirectamente por una agencia del gobierno de EUA y del sector empresarial que liderea Claudio X Gonzáles, Roberto Madrazo, Aureoles y Calderón, entre otros.
De cualquier manera, el debate de la casa de Houston sirvió para que la gente recordara la corrupción de los gobiernos anteriores, donde funcionarios de primer nivel se apoderaron de plataformas petroleras, firmaron contratos muy ventajosos en PEMEX y CFE, autopistas, la casa blanca regalada, que fueron auténticos sobornos y saqueos de escándalo, de los cuales, ningún comentarista a sueldo quiere recordar.
Vivimos en un México convulsionado por la lucha entre quienes se afanan en difundir un discurso de odio y falsas noticias en contra del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, y muchos otros que abogan por consolidar la legitimidad de su gobierno basada en el respaldo democrático de los 30 millones de votos y el 60% de aprobación ciudadana que registran las encuestas, y todo ese respaldo se da a pesar de las crisis económica y sanitaria que han agobiado al país y de todas las mentiras del sector opositor a la 4T.
Aunque la gran mayoría está de acuerdo en que AMLO siga gobernando y apruebe su gestión y su liderazgo, el sector opositor no deja de invertir millonarias cifras para propagar las ideas que buscan erosionar la credibilidad y legitimidad de su proyecto nacional, de su gobierno y su persona. La revista PROCESO acaba de publicar que los opositores se están gastando más de 7 millones de pesos semanales para desprestigiar al gobierno en las redes sociales.
En ese contexto, el presidente está motivando a la ciudadanía a reconocer y a ejercer el derecho político a elegir y a revocar el mandato de sus gobernantes, por su parte los opositores, en lugar de aprovechar la oportunidad para quitarle el poder al presidente,mediante la participación en la consulta del 10 de abril, están llamando a la abstención,lo hacen así porque saben que la mayoría apoya al gobernante y no quieren perder en las urnas, lo cual es una actitud cobarde y antidemocrática que los identifica con la mentira y la violencia política.
Aunque no podemos negar que el presidente y sus colaboradores cometan errores, quiero dedicar la presente colaboración editorial para aclarar y desmentir con información verificada, algunos de los rumores que el sector opositor propaga en esta lucha de ideas para atacar al presidente descalificando con adjetivos vacíos e información falsa como:
El público y la ciudadanía tiene la suficiente capacidad para razonar y distinguir las informaciones falsas y mal intencionadas de quienes quieren aprovecharse de la ignorancia para confundir, sin embargo, les guste o no, la gran mayoría de la gente ya no les cree y respalda al gobierno de AMLO.
La disputa por la nación es en serio y nadie dijo que transformar al país y combatir la corrupción sería fácil.
Numeralia:
Fuente: Centro de Estudios de las Finanzas Públicas. Cámara de Diputados.