México ha estado dividido políticamente desde las elecciones de 1988, y socialmente entre los Estados ricos y pobres, los del norte y del sur, entre urbanos y rurales. Ahora, la Ciudad de México se dividió políticamente entre el este y oeste.
Es precisamente la diferenciación social y económica, lo que hace que cada grupo tenga intereses e interpretaciones diferentes de la vida y del mundo, lo que en la ciencia social se conoce como la conciencia de clase.
Para disputar los intereses de cada grupo o clase social de manera pacífica se hace necesaria y posible la democracia que cambia de acuerdo al momento histórico de cada nación.
Cuando participa la ciudadanía, la democracia gana y en este caso en el 2021, un poco más de la mitad de la ciudadanía votó, lo que les da más legitimidad y representatividad a los resultados.
En el contexto de la peor crisis económica y sanitaria de nuestra generación, los resultados de estas elecciones resaltan el apoyo mayoritario a MORENA, tanto en el Congreso, las gobernaturas y las legislaturas locales, como en el caso de Tamaulipas.
También se observa una llamada de atención y la queja a los seguidores del proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador y a su partido, MORENA, para mejorar los procesos internos de selección de candidatos y en la contención de la inseguridad, sobre todo por la violencia y los feminicidios que han sufrido las mujeres.
La alianza sin principios, del PRI y PAN y PRD, mostró que juntos pueden avanzar electoralmente, incluso en la Capital, pero la ciudadanía no les otorga la mayoría que perseguían en la Cámara de Diputados, además el PRIAN perdió 13 de 15 gobernaturas en juego y obtuvo 6 millones de votos menos que en el 2018.
En el caso de Tamaulipas, la ciudadanía envía un claro mensaje, de que la mayoría de los electores no estamos de acuerdo con la impunidad de los gobernantes, “el que la haga, que la pague”; por tanto, le ha retirado al PAN la confianza ciudadana para determinar -desde el Congreso- el presupuesto, para vigilarlo y hacer las leyes o acatar los mandatos federales. La siguiente legislatura será de mayoría MORENA y los principales municipios también.
La ciudadanía y la democracia avanzan porque la participación de la mayoría de los ciudadanos superó el voto “duro” y el voto condicionado o comprado por quién tiene el poder para entregar tinacos, bultos de cemento, dinero para organizar almuerzos, acarreos, instalar casas de intercambio devotos, etcétera.
En la Capital, un poco más de la mitad de los electores mostró su voluntad de cambiar para mejorar, cerrando las puertas de la alcaldía a quienes han abusado del poder e incumplido sus compromisos y obligaciones en la prestación de los servicios municipales básicos como son el agua, la recolección de basura, la limpieza, la iluminación y las calles, haciendo más negocios que servicio público.
La democracia ofrece al electorado urbano el poder de cambiar libremente las cosas, por el contrario, en el caso de los municipios rurales, donde hay menos población, han quedado en evidencia los mecanismos de control oficial, donde todavía son capaces de torcer y planchar la voluntad política en favor del PAN.
Las mayorías urbanas que tienen mayor representación en el Congreso mandarán que se fiscalice el ejercicio del recurso público; que los sueldos se ajusten a lo que dice La Constitución, para que no existan las nóminas doradas; que se acabe “el fuero” para robar, y además, el poder de la revocación de mandato cuando los mandatarios le fallen a la población que los eligió.
La ciudadanía de México, Tamaulipas y Victoria tenemos motivos para estar satisfechos y más comprometidos con nuestra democracia, para estar bien informada y ejerciendo el poder electoral para transformar a México.
Numeralia:
Morena conserva la mayoría en el Congreso y gana 11 gobernaturas.
Verde gana 40 diputados.
PAN gana 20 Diputados, y dos gobernaturas.
PRI gana 20 Diputados y pierde 10 gobernaturas.
MC gana a Nuevo León y se queda con los mismos diputados.
La perla negra e increíble de las elecciones:
Las 71 casillas rurales en el Distrito 5 en las que el PAN “ganó” el 79% de los votos.