Las campañas electorales del 2019 para renovar a los diputados locales están en riesgo.
No, no se inquiete. Es sólo un simbolismo tragicómico. No me refiero a que esos procesos no puedan llevarse a cabo en Tamaulipas por problemas de seguridad pública o por inestabilidad política. Nada de eso.
Aventuro ese pronóstico ciertamente exagerado, por los candados que ahora tendrán las estructuras de poder en el Estado para impulsar a sus candidatos a través de obras y programas que “por coincidencia” gestionaban los aspirantes precisamente cuando salían a buscar el voto. En este caso específico, quienes aspiran el año entrante a duplicar su permanencia en el Congreso Local.
Ayer, un diputado federal advirtió que la búsqueda de recursos federales ahora tendrá que pasar un cedazo que antes era trivial: el de la estricta justificación y no la vieja práctica de “ponerse la del Puebla” con las autoridades de ese nivel que tenían en sus manos el sí o el no.
En otras palabras, no se les autorizará ni un peso extra a los programas y acciones que pretendan aplicar los gestores si no queda claro y comprobado que la comunidad los requiere, lo que impedirá que se ejecuten obras de relumbrón o se entreguen apoyos que duraban sólo el tiempo de las campañas, algo que se convirtió en una indeseable “tradición” y permitía hacer proselitismo con el dinero público.
Más claro, si quieren convencer a los ciudadanos de ser la mejor opción, como asienta la voz popular tendrán que rascarse con sus propias uñas. Ahora sí, el que quiera azul celeste que le cueste, porque no habrá manera de manipular beneficios para meterle el hombro a un partido o a un candidato, que se levantaban el cuello ante los potenciales electores como oportunistas responsables de algún avance o apoyo social.
¿Cuántos aspirantes o cuántos partidos sacarán la cartera propia para reemplazar la falta de apoyos gratuitos de esa naturaleza?
Será interesante comprobarlo, pero de antemano se anticipan campañas ya no de austeridad, sino de miseria.
Sólo un buen deseo para terminar: Ojalá que ese filtro aplique para todos, porque el color moreno empieza a traslucir conflictos de interés y a transparentar un favoritismo que en teoría iban a combatir…

ESTADÍSTICAS Y PAISANOS
Una estadística me levantó el ánimo en esta semana.
Tamaulipas ocupa el segundo lugar nacional en la gestoría y aprobación de proyectos que atañen a lo que se conoce como pequeñas y medianas empresas.
Ciertamente ese balance es producto, en primer lugar, de la laboriosidad de mis paisanos en un sector que pese a su escaso tamaño, en paquete significa el que más empleos genera por la multiplicidad de sus giros. Confirma también que los tamaulipecos no se rinden en su esfuerzo por hacer del trabajo honesto su forma de vida. En verdad me entusiasma este escenario.
Sin embargo, no sería posible este logro sin el respaldo del gobierno estatal, que en este sector ha puesto la mesa para que esos emprendedores salgan adelante. Lo cortés no quita lo valiente, reza un viejo refrán, que es aplicable en reconocer que buena parte del apoyo en ese sentido se deriva del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, quien ya anunció que en el 2019 crecerá el auxilio a los empresarios de ese nivel.
Vivimos tiempos de crisis, es indudable. Seguirán los tiempos difíciles, también es cierto. Pero de conservar esta dinámica, los tamaulipecos los superaremos. Eso espero…

LA FRASE DEL DÍA
“Ya sabe usted, una y otra vez en política las buenas intenciones se tuercen. Y las buenas intenciones se tuercen porque se gasta dinero de otros…”
Milton Friedman

Tweeter; @LABERINTOS_HOY