​Ya digeridos los resultados electorales de hace casi dos semanas en nuestro Estado, en donde el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) prácticamente arrasó al Partido Acción Nacional (PAN), analizaremos el actuar de los maestros en estas elecciones intermedias, con miras a la elección del próximo 2022 en donde los tamaulipecos tendremos de nueva cuenta la oportunidad de ejercer nuestra democracia, eligiendo a una nueva o nuevo gobernador(a) de nuestro Estado.

​El papel de los maestros fue fundamental; un sector que tiene tiempo que no maneja el voto corporativo y que ejerce su libertad de votar sin problema alguno, fue, a pesar de lo anterior, un sector muy poco aprovechado por las fuerzas políticas que se disputaban el poder sobre todo entre MORENA y el PAN. Si bien es cierto, muchos fuimos testigos de que había maestros en los mítines políticos, incluso existen grupos de maestros como “Magisterio con MORENA” y de reciente creación y rotundo fracaso el grupo panista “Maestros en Acción”, ninguno se constituyócomo reales y verdaderos operadores políticos que influyeran de modo masivo en el voto de los maestros.

​El PAN apostó por hacer uso de la estructura educativa aprovechándose de ser actualmente gobierno. Sin embargo, las estrategias implementadas para atraer a los maestros fueron de risa. No bastó usar la imagen del cargo que se ostenta (imágenes desgastadas y con poca credibilidad como la del Secretario de Educación Mario Gómez Monroy), además los maestros muchas veces se quejaron de presiones por parte de sus autoridades educativas las cuales jamás atendieron el sentir del docente votante. En ocasiones hasta se presionaba con perder ciertos apoyos si no acudían a los eventos de los candidatos panistas, que se fueron con la finta de contar con este sector de la sociedad al verlos en sus eventos, cuando realmente muchos estaban por compromiso laboral. Como se dice comúnmente, fue puro “blof” aparentar que traían lo que realmente nunca trajeron. Lo comenté en una ocasión aquí en este espacio: creer que contar con algunos jefes de sector, supervisores y directores les ayudaría a influir en sus maestros, era irrisorio, no tomaron en cuenta nunca al personal docente y ahí es donde está la fuerza electoral. Tampoco le funcionó al PAN contar como aliado de facto con el secretario de la Sección 30 del SNTE, Profr. José Rigoberto Guevara Vázquez. Tener al dirigente, no significa contar con los sindicalizados, menos si el dirigente en turno carece de credibilidad con su propia gente.

​En el caso de MORENA tampoco hubo un real y sustancial acercamiento con el magisterio del Estado, si bien la mayoría se inclinó en favor de MORENA al darle su voto, esto fue porque aún prevalece en la mayoría de los trabajadores de la educación el apoyo y compromiso cumplido del presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador al cambiar la Reforma Educativa del Pacto Por México. Sumemos que jugó a favor del partido el hartazgo del binomio Guevara-Cabeza de Vaca y el papel tan importante que jugaron las redes sociales magisteriales tratando de concientizar a los maestros. Los maestros somos muy leales y no olvidamos fácilmente a quien nos tiende la mano políticamente. Los docentes que votaron por MORENA lo hicieron sin necesidad de que el partido se involucrara en las necesidades de los trabajadores de la educación de Tamaulipas. Es sabido que MORENA en Tamaulipas carece de estructura de bases e igual también carecen de estructura magisterial.

​Quizá el Estado se vuelva guinda en el 2022, pero si se continúa ignorando y subestimando la fuerza electoral en masa que representa el magisterio para cualquier partido político, si se continua sin casi abrir espacios políticos para los mismos y se carezca también de verdaderas propuestas que impacten en beneficios laborales directos, no será tan sencillo.

Reyna Campuzano Salinas, secretaria delegacional del SNTE. Vocera del Movimiento Magisterial de Tamaulipas (SNTE MMT). Facebook: Reyna Campuzano Salinas. Twitter: @RCampuzano