Las lunas de miel son o por lo menos deben ser, una especie de cuento de hadas en donde la percepción es que sus protagonistas vivirán felices para siempre.
Es un periodo espléndido, donde los errores se perdonan y los atributos se magnifican, pero como todo en la vida tiene una vigencia efímera, que en esos casos generalmente no va más allá de quince días.
Y la política no es una excepción.
Tras el ya a estas alturas inobjetable triunfo del doctor Américo Villarreal Anaya, que lo hizo en las urnasGobernador Electo y próximamente constitucional, aún hay quienes siguen inmersos en esa dulce etapa. Tienen razón en haberla disfrutado, para eso trabajaron, pero tras esas dos semanas de luna de miel hay que poner los pies en la tierra.
Lo que sigue desde ahora, en forma parecida a los nuevos matrimonios, es empezar a decidir cómo será esa nueva vida, cuáles son o serán los problemas que enfrentarán y de qué manera resolverán las dificultades que surjan, no necesariamente económicas.
Todo, resumido en una pregunta: ¿Cómo gobernar?
Como simple observador, pongo sobre la mesa lo que en la opinión de su servidor parece ser el principal problema que se cierne sobre el mandato del doctor: De los tres poderes constitucionales, dos de ellos tienen raíces en otros colores y siglas: El Legislativo y el Judicial. Ambos herencia de quien le dejará el bastón de mando.
Aunque ciertamente es un escenario complicado, en una percepción personal no es para rasgarse las vestiduras. Ya ha sucedido y es muy probable que vuelva a suceder, pero para allanar el camino ahora es extraordinariamente importante la figura de quien será el Secretario General de Gobierno, en teoría responsable de la política interna del Estado.
Será tal vez la decisión más importante que en esta etapa tomará el nuevo mandatario. Si el segundo hombre o mujer en la escala del poder ejerce una política inflexible o de extrema dureza, podría dinamitar los escasos puentes que hasta ahora existen y crear un clima belicoso que a nadie le atraerá beneficios.
Se requiere una mano que no se someta ni admita bravuconadas, pero tambien que tenga sensibilidad política para aprovechar espacios de diálogo y conciliación. Sí lo sé, parece difícil encontrar esa manoapropiada. Lo es, pero Américo ha privilegiado en todo momento los consensos para bien de la mayoría, obviamente no es posible quedar bien con todos.
En lo personal, me inclino por una mujer candidata a ese puesto: Usted póngale nombre…
EL SENADOR INCÓMODO
Es una señal que no debería desestimarse en elproyecto presidencial sobre la sucesión del Ejecutivo federal,
Ayer regresó a la Cámara Alta, con sus funciones al cien por ciento, José Manuel del Río Virgen, Secretario Técnico de la JUCOPO del Senado, después de habersido encarcelado en Veracruz por una supuesta venganza del actual gobernador, Cuitláhuac García, también de extracción morenista.
No es el retorno lo que llama la atención, sino la forma en que lo hizo: Con aplausos, ovaciones y saludo de mano de todos los legisladores –incluidos los de MORENA– y una cálida recepción personal de Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano.
La intervención de éste último cala en los colores guinda, porque para nadie es un secreto que Ricardo Monreal, defensor a ultranza de Del Río y feroz crítico del mandatario jarocho, es manejado como posible candidato a la Presidencia de la República por ese partido, en una singular alianza que se dice ha sido forjada con Marcelo Ebrard, en el muy factible caso de no ser uno de los dos el abanderado o “corcholata” como se autollaman, de Regeneración Nacional en ese proceso.
La bienvenida al Secretario Técnico va más allá de una demostración de amistad al miembro de la JUCOPO o de un encono entre Monreal y Cuitláhuac –además de Claudia Scheimbaum quien está detrás del veracruzano– sino que refleja el creciente control de Ricardo en el Senado y su potencial papel de dique a las reformas que pretende aplicar Andrés Manuel López Obrador en los dos años que le restan como presidente.
Cuidado con el Senador Incómodo. Como dicen en su círculo cercano, tal vez no pueda ganar fuera de MORENA la presidencia, pero sí podría hacer que al dividirlo, ese partido pierda.
No se recomiendan apuestas…
LA FRASE DEL DÍA
“Cuando tiene que decidir el corazón es mejor que decida la cabeza”...
Enrique Jardiel Poncela
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