A una semana de las elecciones la bomba explotó en Matamoros y no precisamente por temas electorales pero sus efectos podrían alcanzar a los candidatos el próximo domingo.
Un operativo implementado por el gobierno del estado para poner regla en el transporte público desencadenó en la detención de más de una treintena de choferes del transporte y sus unidades por circular sin la documentación en regla lo que desató la guerra desde el pasado viernes.
Los transportistas y sus colegas realizaron bloqueos en el centro de la ciudad a manera de presión lo que generó una confrontación entre los choferes y policías estatales que trataban de liberarla y no fue hasta que lograron el diálogo con estado como se calmaron momentáneamente. El intermediario fue el alcalde de MORENA y su gente quiénes pusieron en la línea telefónica al Truco Verástegui, sub secretario, mismo que bajó los ánimos aquel día sin embargo los bloqueos continuaron el sábado y ayer lunes.
Los efectos han sido graves, los matamorenses se han quedado sin el servicio del transporte público pues a manera de protesta y en solidaridad con el resto de sus compañeros, la totalidad del transporte público en la ciudad detuvo labores lo que afectó grandemente a ciudadanos y visitantes.
El diálogo, dicen, se ha concretado con representantes federales pues las estatales no acceden a sus peticiones que son que se liberen las unidades y les permitan seguir trabajando aún y cuando lo hagan al margen de la ley lo que evidentemente es una irregularidad, más bien aquí vemos una clara intención de provocación y caos como el que ocurrió hace unos meses con el tema de las maquiladoras. Al cierre de esta edición la novela continuaba.
Por otro lado, en Ciudad Victoria la situación está que arde y no ha habido voluntad humana que haya querido solucionarla. Nunca antes la capital de Tamaulipas había vivido una situación de emergencia similar a la que se vive desde hace unos meses con el tema del desabasto del vital líquido, y no que no haya agua como ocurre en los ejidos de Altamira, por ejemplo, en donde el 70 por ciento de las presas se han secado; sino porque a quiénes tenemos por autoridad no han podido con el paquete.
El problema no es nuevo, también se batallaba cuando el PRI era gobierno, sin embargo éste se ha ido agravado y no se ve una sola intención por solucionar el problema, más bien los panistas permanecen callados, inmóviles ante una situación que sin duda habrá de afectarles políticamente el próximo domingo.
Pero las elecciones son lo de menos, a quién le interesa saber quiénes son los candidatos o los resultados de una contienda si no tienen agua en su casa, la gente lo que quiere es tener liquido para bañarse, lavar los trastes y bajarle al baño, qué les importan los partidos o sus candidatos, eso sí, júrelo que el día que tengan en sus manos la posibilidad de darle continuidad o no a un gobierno lo harán sin pensar.
Que Dios lo bendiga, gracias

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