En las pasadas semanas y en los últimos días, son cada vez más fuertes las críticas de algunos “intelectuales” y de diversos analistas políticos sobre el Presidente de la República electo.

No coincido con la intensidad con la que lo hacen, porque considero que deberían centrar gran parte de su atención y de su crítica en Peña Nieto, que, tiene meses de vacaciones.

Pero, sí coincido con ellos en lo sustantivo: la vaguedad de sus posicionamientos y la ligereza de sus posturas en torno a temas torales, estimo, sí deben preocuparnos.

Y aunque hay muchos botones que oprimir para muestra, desde la desmilitarización del país que según él abanderaba, así como el tema del aeropuerto, preferiría aplanar sólo el siguiente botón: La bipolaridad de MORENA en torno al gasolinazo.

Porque a estas alturas de conectividad virtual y democratización de los medios de comunicación, no podemos nunca más permitirnos ser una sociedad desmemoriada, pues fue justamente esa característica de toda una generación, la que permitió que el sistema político mexicano se convirtiera en un festín: en una telenovela en donde hasta Angélica Rivera llegaba a Los Pinos.

Y es que no es porque insista en el tema el Senador Samuel García, basta con ver en Youtube la infinidad de veces que el hoy presidente electo, cuando era presidente de MORENA arremetía contra sus adversarios señalándolos, arguyendo que no concebía la insensibilidad de lo que él llamaba “PRIAN”, en relación con los gasolinazos.

Y hoy, hoy MORENA hace gala de su bipolaridad.

Durante la semana, los Senadores de MORENA rechazaron la posibilidad de exhortar a la Secretaría de Hacienda para que en la Ley de Ingresos 2019 se reduzca el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios, el famoso IEPS, y que con ésto se pudiera dar, en consecuencia, una reducción al precio de la gasolina.
¿Entonces? ¿A qué MORENA debemos creerle? ¿A aquel que presidía su poderoso líder opositor Andrés Manuel? ¿Al MORENA conformado por priistas? ¿Al de Monreal?

Ojalá se equivoque la comentocracia que hoy critica a quien apenas asumirá el poder el primero de diciembre, pero sobre todo, ojalá se equivoque este Abogado Amigo, y que sean sólo síntomas, y no tener que confirmar con el tiempo que, en efecto, MORENA padecía trastorno bipolar.