“Vamos bien. Son datos sesgados”, aduce López a los señalamientos de que la economía mexicana no crece y al desequilibrio grave en el gasto público al centrarlo en las obras de su preferencia y añade una realidad como escudo, la fortaleza del peso frente al dólar, sin embargo, es el único indicador positivo y aunque tiene causa interna en el endeudamiento externo moderado de casi 4 mil millones de dólares, la fortaleza es por la vorágine de inflación derivada de la gran derrama de dólares que EE. UU., realizó para apoyar empresas y hogares y al incremento en el precio de la gasolina, factores que ocasionan una inflación sin historia en el actual siglo.
Observará que las caídas son en apariencia sin importancia, sin embargo, llevan a la economía mexicana a niveles de hace una década lo que implica pérdida de oportunidad actual combinada con retroceso. En mayo la inversión y el consumo privado, dos indicadores del desempeño del mercado interno, frenaron. El primero cayó 1.27% frente a abril, el segundo –después de 10 meses de crecimiento– retrocedió 0.4% informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) El nivel en inversión fija bruta (IFB), que muestra el comportamiento del gasto que realizan las empresas en maquinaria, equipo de transporte y construcción, está 2% por debajo del nivel anterior al covid-19 y se colocó en nivel similar a agosto 2004. El tropiezo del indicador del gasto de las empresas para crecer es por caída en inversión en construcción en mayo, la cual fue de 2.7% frente a abril. Maquinaria y equipo cayeron 1% respecto a abril, por la caída de 3.6% de la compra de maquinaria, equipo y otros bienes nacionales.
El rezago de la inversión fija se debe a la parálisis de la construcción. El máximo previo se alcanzó en julio 2008 y preocupa que la tendencia no revierte su caída y está en nivel agosto 2004. El resultado de mayo deja ver que fomentar la inversión es tarea pendiente en el marco económico a través de la generación de certidumbre en condiciones a largo plazo y el respeto al estado de derecho, factores centrales para las decisiones en este sector. La IFB para crecimiento económico a largo plazo registra rezago de 12% respecto a su máximo histórico en julio 2018.
Aunque el consumo privado –compra o adquisición de bienes y servicios de los hogares mexicanos– desaceleró su ritmo 0.4% frente a abril, con lo que frenó su mejor racha desde 1994, a tasa anual avanzó 6.3%. El comportamiento negativo en mayo se explicó por la contracción de 0.7% en la adquisición de bienes y servicios nacionales, mientras la adquisición de bienes importados avanzó 0.6% respecto de abril. El crecimiento anual del indicador fue impulsado por el avance de 12.8 por ciento en la compra de bienes importados. El componente de bienes y servicios nacionales aumentó 5.3% frente a mayo 2021. Analistas de Ve Por Más apuntaron que la debilidad en el consumo puede atribuirse al repunte observado durante mayo en la tasa de desempleo y al efecto de la elevada inflación sobre el salario real, por lo que anticiparon que el gasto se desacelere más en el segundo semestre del año.
Inversión, lejos de nivel pre Covid-19
Al incremento en el precio de la gasolina, factores que ocasionan una inflación sin historia en el actual siglo.