En México, Diputados federales y senadores se alistan para recibir una bolsa de  419 millones de pesos como aguinaldo, dieta mensual, apoyo legislativo y bono. Cada diputado recibirá 718 mil pesos, de los cuales 357 mil se les paga por ley,  más un bono discrecional que al menos se sabe tiene cinco años entregándose, en el que cada diputado recibe 361 mil pesos.

En Tamaulipas, los diputados recibirán un bono de cien mil pesos y su salario, 73 mil pesos, aunque con seguridad hay un fondo sumamente discreto a disposición de aquellos diputados que ayudaron a establecer el estado de Derecho en la entidad.

Al despedirse del Senado, los 128 legisladores cobrarán un bono conformado por una bolsa de 316 millones de pesos, por el cual ni siquiera pagarán impuestos. Diputados y Senadores en teoría representan el interés de la sociedad y existen  para crear leyes o ponderar las iniciativas que sean propuestas por los respectivos poderes Ejecutivos, federal y estatales, en la práctica es muy difícil encontrar Cámaras de diputados y de senadores autónomas del poder Ejecutivo y que establezcan procesos de investigación con relación a los problemas importantes de México.

PEMEX por ejemplo, representación oficial de cuanto tipo y manera de corrupción existe, está en el olvido por diputados y senadores. Los históricos señalamientos de corrupción y de falta de mantenimiento que afecta su rendimiento así como los nuevos señalamientos tienen el mismo tratamiento, el olvido, la impunidad. 

En septiembre pasado, la producción de gasolina en Petróleos Mexicanos registró el nivel más bajo desde hace 25 años, el 22% del total necesario. Fue tan escaso que los 190 mil barriles diarios que refinó alcanza para satisfacer la demanda interna de tres entidades del país: Ciudad de México, Nuevo León y Puebla. Para evitar el desabasto se importó 619 mil barriles diarios de gasolina en septiembre; de Estados Unidos 77% y de Países Bajos 15%; el resto llegó de varios otros.

La inoperancia en 4 refinerías agudizó la crisis de abasto de combustible y traerá severas consecuencias sociales y económicas. Dos refinerías paradas, Salina Cruz y Madero; Minatitlán volverá a operar en enero 2018. Lázaro Cárdenas, de Minatitlán,  inició su proceso de reconfiguración llamado Refinería Mina 2, que provocó que su capacidad se redujera 60%. Los trabajos que realizan 4 empresas cuestan 800 millones de pesos y concluirán en diciembre próximo. Versiones de los trabajadores dicen que la refinería presenta problemas que la producción es de 15 o 20% de su capacidad. “Aquí se producían diariamente 71 mil barriles y ahora  no llega a 15 mil.”

Desde septiembre, la refinería Francisco I. Madero está en mantenimiento y ampliación de producción. El proyecto incrementará la producción entre 28 y 54% para equipararla a Cadereyta o Salinas Cruz, y sea de  300 mil barriles diarios, dijo Víctor Campero, vocero de Pemex, quien informó que las obras  concluyen en diciembre para el inicio paulatino de operaciones con costo de tres mil millones de pesos. No aclaró, y es importante conocer, cuáles factores inciden para que la producción sea tan variable, de 28 a 54%. La capacidad de producción de la refinería. Madero antes de estas labores era 195 mil barriles diarios. Los daños por falta de mantenimiento provocaron que en enero pasado la producción se redujera de 60 a 80 mil barriles diarios.

Pemex dijo que la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, seguía parada y no es posible  cumplir con el calendario de retorno a la actividad pues la intensidad del sismo del  7 de septiembre desplazó los generadores de energía eléctrica que son del tamaño de una casa pequeña. Pemex implementó el traslado de dos nuevos turbogeneradores provenientes de Eslovenia que serán integrados al proceso de plantas, que ya comenzaron a operar. Ojalá y no sean un triste suceso como el que aconteció con los tractores que el presidente Echeverría compró a Rusia. No existían refacciones para su mantenimiento.