El sector inmobiliario es la segunda actividad que mueve la economía del país, sólo por debajo de la automotriz; genera 15% del Producto Interno Bruto, señaló la presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, Beatriz Gamboa. Destacó la dinámica que muestra el sector con un registro mensual de 30 mil transacciones de compra-venta que realizan en su agrupación, tres mil socios, en 70 delegaciones. En el caso de la adquisición de vivienda, 8 de cada 10 transacciones es con crédito hipotecario, y de esas, 6 son por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit)

Sobre las innovaciones del sector, señaló que firmaron un convenio para formar el Registro Único de Vivienda (RUV) Instancias como Infonavit, Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y la propia Asociación, registrarán cada movimiento de compra-venta de cualquier predio que se haga, lo que facilitará el control de las cifras de transacciones que se realicen mensualmente.

Con el propósito de mejorar el mercado de la vivienda en el país se firmó un convenio con el objetivo de modernizar, capacitar y hacer crecer la productividad del sector y promoción de la vivienda en México en torno a planes específicos en corto y mediano plazos y se impulsarán estándares de competencia con metodología y programas actualizados para satisfacer la necesidad de la industria de la vivienda.

La recuperación de la economía mexicana y del peso posibilitaron que el Producto Interno Bruto per cápita en dólares alcanzara 9,064 dólares al cierre del primer semestre de este año, monto no visto desde el mismo periodo del 2015 (Inegi y Banco de México) Al cierre del primer semestre de 2016, el Producto Interno Bruto per cápita cayó en un bache no visto desde 2010, al alcanzar un mínimo en 8,683 dólares. El PIB per cápita es la relación entre el valor total de todos los bienes y servicios finales generados durante un año por la economía de una nación y el número de sus habitantes en ese mismo periodo. Esta medición, por lo tanto no se considera una medida de la distribución del ingreso entre los diferentes sectores que componen a la población.

El Producto Interno Bruto en dólares cortó una racha de 9 trimestres consecutivos con variaciones negativas, al crecer 5.4% durante el segundo trimestre de 2017. El PIB en dólares alcanzó 1.12 millones de dólares, la más alta desde el cuarto trimestre del 2015. La recuperación del PIB en dólares se debe a un crecimiento nominal anual de 8.1% y a la recuperación de 3.11% del peso durante el segundo trimestre del año.

El avance del PIB en dólares permite una recuperación del producto por cápita y una base mejor de comparación para indicadores relacionados con la deuda externa. De acuerdo a las últimas cifras disponibles, el saldo disponible de la deuda externa bruta de México es de 431,344 millones de dólares al cierre del primer trimestre de este año (Banco de México) Si se mide la relación de la deuda externa a PIB para el primer trimestre de este año, se tiene una cifra de 42.53%. Con el aumento del PIB en dólares y con la deuda externa bruta sin aumento, la relación deuda externa/PIB disminuiría a 38.53%. El incremento del PIB en dólares tiene efecto favorable sobre el producto per cápita y ayuda a mejorar aspectos tomados en cuanta por agencias calificadoras.

Con toda y la recuperación del PIB en términos de dólares y su efecto favorable en la distribución per cápita, México presenta un fuerte rezago con relación a América Latina. De las naciones más grandes e influyente la que presenta el mayor PIB per cápita es Argentina, con un estimado para este año de 14,267 dólares; le siguen Chile y Brasil con 13,663 y 10, 309 dólares. Para México, el Fondo Monetario Internacional estima que el PIB per cápita al cierre de este año será de 7,994 dólares, cifra muy por debajo de los 9,064 reportados al cierre del segundo semestre.

Al respecto, el Colegio de México señala que en el contexto internacional, el país muestra reducidos niveles de movilidad económica, pues quien nace en las capas económicas de mayor pobreza enfrenta condiciones de desigualdad educativa, salud y desarrollo, que le hacen imposible salir de esa condición. Además, nacer pobre en el norte de México no es lo mismo que en el sur del país. En la primera región hay más oportunidades de salir de esta condición en tres décadas o una generación, mientras en los estados del sur esta posibilidad es mínima y gran parte de la población se queda en ese nivel.

En México no hay igualdad de oportunidades para todos los sectores. Es vital promover la movilidad en términos de justicia y cohesión social, con definición de políticas que emparejen el piso para todos, dar condiciones de seguridad social para las mayorías y asegurar el empleo para todos los que lo demandan. Es fundamental, asegurar la incorporación al sector laboral, facilitar el brinco de los trabajadores de la economía informal a la formal y dar acceso a la educación a las nuevas generaciones. Un aspecto fundamental es que el salario mínimo superen la línea de pobreza, por lo que es muy difícil que la pobreza se reduzca en México.