Corrupción y gasto irracional aparte, hay ventanas de oportunidad. América Latina debe incrementar el nivel de financiamiento interno y externo pues al crecimiento o económico bajo se suma un escenario de déficit fiscal y bajo ahorro interno, retos del desarrollo. La inversión se relaciona con la dinámica de la productividad. Dada la relación entre capital y producción, las características de la inversión determinan la capacidad de crecimiento.
En financiamiento público, se debe mejorar el sistema tributario por ser ínfimas las tasas que pagan los ricos, alta evasión de impuesto sobre la renta e impuestos indirectos y base impositiva erosionada por incentivo tributario que en 2015 costó 340.000 millones/dólares. La característica tributaria es la elevada proporción de impuesto sobre bienes y servicios. El impuesto sobre la renta a la persona física es débil como instrumento. Así pierden los países de la Región su ingreso sobre la renta de persona física: Chile, 31%; Perú, 33%; El Salvador 37%; México, 38%; Argentina, 50%; Ecuador, 58%; Guatemala, 70%. Evadir impuestos es endémico por personas físicas; renta corporativa e IVA, derivado de corrupción e ineficiencia.
Para movilizar recurso para el desarrollo, es más eficiente disminuir la evasión que subsidiar inversión que se habría dado por las ventajas de cada país. En México, la cercanía con Estados Unidos y puertos en el Atlántico y Pacífico. Es la calidad del marco institucional, el cual en México se deterioró por el avance del crimen organizado, que abiertamente se mueve ya en el Bajío, región en la cual hay mucho dinero, lo que determina decidir invertir. O rescata el Gobierno esa región, o la inversión se irá, y la población será objeto del terror que a Tamaulipas se le ha impuesto con complacencia de los gobiernos estatales. El inversor da importancia relativa a la ventaja tributaria. Si se busca promover inversión privada, es preferible priorizar programas de gasto público social o de seguridad, a otorgar exenciones o incentivos, política que en México y Tamaulipas no se procura. Cuanto mayor es la inserción en la economía mundial, más se erosiona la base tributaria, se llama termita fiscal, que resulta de multiplicar mecanismos elusivos; proliferación de incentivos tributarios, desvío de beneficios y flujo financiero ilícito derivado del comercio internacional y de las corrientes de capital.
Globalización financiera y monopolización corporativa de la economía permiten a la transnacional control de la producción y comercio; mayor poder para adaptarse a marcos de regulación y desplegar estrategias para reducir su carga impositiva, lo que deteriora la capacidad local para retener ingreso fiscal para financiar procesos de desarrollo. Estas prácticas no son ilícitas, sino búsqueda de espacio en la ley tributaria para reducir la obligación, pero distorsiona la equidad impositiva en la tasa para empresas locales. Particulares de gran patrimonio lo llevan a paraísos fiscales; 8% de la riqueza del mundo, 7,6 billones de dólares, de los cuales 700.000 millones son de América Latina, el 22% de la riqueza financiera de la Región y de la cual 80% no se declaró.
El principio del esfuerzo de promoción de inversión es acotar que se de incentivo tributario y otorgamiento de subsidio generalizado. La inversión pública y privada son complementarias no sustitutivas: estimular la inversión privada reduciendo la inversión pública no es camino de desarrollo. Los mexicanos lo estamos sufriendo.