Los ciudadanos somos bien aguantadores, sin duda alguna, y a veces pecamos de tranquilos, más, cuando se trata de que nos estén jorobando mediante mecanismos de hostigamiento que no pedimos, no queremos o no aceptamos: los bancos son una clara muestra de ello.
Y es que casi todos hemos padecido las llamadas que en estos meses se han hecho más frecuentes de instituciones bancarias, donde hay dos que sobresalen por su necedad, falta de respeto a la privacidad, a la gente y a un sistema bancario que permite que nos estén molestando en forma desmedida: HSBC y City Banamex se erigen como las peores en ese sentido, y desgraciadamente, no hay nada al parecer que los meta en cintura, o al menos, la ley no favorece al ciudadano.
Hablan, sin exagerar, más de diez veces al día par a ofrecer promociones bancarias, tarjetas de crédito, empréstitos y operaciones que no hemos contratado ni queremos. Es muy claro que si usted o nosotros requerimos de un crédito iríamos al banco a solicitarlo y listo, y no estaríamos esperando las mil y una llamadas que muchachitos disfrazados de “ejecutivos” hacen en aras de vender un producto.
Los engañan haciéndoles pensar que son ejecutivos y no son más que vendedores de créditos o tarjetas.
Eso de la privacidad bancaria es utopía, sin duda alguna. El secreto bancario no existe. No en México donde hostigan y joroban sin el menor recato.
Es donde podríamos pedir al Congreso y al Senado establecer una ley que obligue a los bancos a respetar a los ciudadanos. No es posible estar atendiendo llamadas cobardes, porque además, manejan números desconocidos, números de otros estados, en una actitud cobarde e hipócrita que no tiene nombre.
Podría legislarse en el sentido de que no nos molesten. Preguntan si estamos dispuestos a recibir promociones, y aunque pongamos en las hojas que no, insisten en estarnos llamando cada día, a cada momento, con la idea de vendernos algo.
Que nos dejen y si queremos algo, nos acercaremos al banco y listo. Pero por favor, que dejen de hostigarnos, porque hablan a cualquier hora sin importar el día tampoco.
Comentábamos que los señores de HSBC son los más tercos, ls que más insisten y los que más molestan, seguidos de City Banamex y otros más, pero que realmente constituyen una verdadera y autentica molestia, que debería, por ley, prohibirse.
¿Cómo es posible que una institución bancaria tenga nuestros números personales, que los manejen en forma indiscriminada y no les importe nada el hacernos pasar muy malos momentos?
La presente es una queja sentida, de miles de mexicanos que mentamos la madre, insultamos, nos enojamos, colgamos, ignoramos o nos llenamos de pánico por motivos de seguridad.
Y también insistimos en que nuestros legisladores deben hacer leyes para nosotros, y esta sería una muy buena iniciativa, porque sería muy bien abrazada en todo el país: somos muchos los afectados, los que estamos inconformes con estas medidas, y que queremos les pongan un hasta aquí a los bancos, dueños de mecanismos de usura y presión ilegales que nadie hace por detener.
Hay mucho qué hacer en materia de leyes y aspectos que pueden beneficiar a los ciudadanos, y esta podría ser una buena sugerencia para los legisladores que, lejos de pelear por bancadas podrían buscar aspectos que realmente interesan a los ciudadanos.
O nos preguntamos si legalmente alguien podrá bloquear en el sistema bancario el mecanismo para que nos dejen de molestar: quizá la prohibición al acceso indiscriminado de números telefónicos. Que nos dejen de molestar, de hostigar, de jorobar, porque no resulta agradable tener que estar contestado a cada momento a estos impertinentes bancarios.
Lgo debe de poder hacerse conforme a la ley, por favor.
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