Prometer, asienta la vieja y sabia voz popular, no empobrece. El dar es lo que aniquila.

Ese es, evidentemente, el perfil del candidato de “Todos por México” a la Presidencia de la República, José Antonio Meade. Y lo acaba de demostrar en su primera visita a Tamaulipas, ya como aspirante formal a ocupar Los Pinos.

Desde ayer, en televisión, radio y portales, sin faltar los escarceos de café, hubo voces que demandaban que el ex Secretario de Hacienda se pronunciara sobre una reducción al Impuesto al Valor Agregado, en la zona norte del país. En la frontera, para ser claro. En la mayoría de esos comentarios privaba la percepción de que faltó ese pronunciamiento en su discurso.

¿Si ya lo hizo antes Ricardo Anaya y también Andrés Manuel López Obrador, por qué no debería haberlo hecho Pepe Meade?

Responderé desde mi visión personal.

Precisamente, por honrar la frase que abre estos párrafos.

Meade, el experto en economía que el país necesita –aunque aceptar eso es para muchos como tragar lumbre– sabe perfectamente que una decisión de esa naturaleza, abrupta, inmediata, en caliente como decía Porfirio Díaz, es darle un empujón más al país hacia el desfiladero.

No son el fuerte de Meade, queda claro, las promesas populistas que en los hechos jamás se pueden convertir, o por lo menos es muy complicado hacerlo, en compromisos. Se nota a leguas.

Ojalá que todos los candidatos también pensaran antes de hablar. Ojalá que no recurrieran al engaño y al fraude verbal maquinado para ganar adeptos y votos. No serían candidatos atractivos, no serían candidatos populacheros, pero sí serían, si el voto los llevara al poder, un presidente capaz…

 

AMLO Y EL GALLEGO

Y a propósito de simpatizantes, hay algunos de López Obrador –que merecen mi respeto aunque ellos no me lo devuelvan– que me recuerdan a la anécdota del gallego a punto de morir, a quien le preguntaron que dónde quería ser enterrado, en España o en México.

“Si muero en España, que me entierren en México, Si es en México, que me lleven a España”, dijo el peninsular adoptado por nuestro país.

–¿Y si te da lo mismo, para que quieres que hagan un viaje sin sentido?, le cuestionaron sus familiares y amigos.

Su respuesta fue lapidaria: “Por joder y joder…”

Lamentablemente hay quienes piensan así. Saben que no tienen argumentos, saben que es irracional, pero votarán por Andrés Manuel por lo que me dijo una de esas personas: “Nomás por chingar”.

Todo está dicho…

 

EL CURIOSO EFECTO DE REYNOSA

Será el sereno, pero ni el PRI ni el PAN duermen tranquilos en Reynosa.

Tiene explicación el insomnio. Sus respectivos candidatos a la Presidencia Municipal de esa frontera se enfrentarán al peor de sus escenarios: un aspirante realmente popular.

Por lo menos eso es lo que ha quedado como saldo en el caso de José Ramón Gómez Leal, conocido como “JR”, quien sobre rayos y centellas y una anti campaña que en forma inusual unió a tricolores y albiazules en su contra, ya es el candidato oficial de Movimiento de Regeneración Nacional. Sí, MORENA.

¿Por qué pensar que es preocupante “JR” para la panista Maki Ortiz o para el priísta Serapio Cantú?

Es curioso, pero todos los que hablan de que el “Efecto AMLO” llevará al triunfo a los abanderados de MORENA, en Reynosa puede ser al revés: Que el “Efecto JR” sea el que haga ganar a Andrés Manuel en esa frontera.

Para la anécdota…

 

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