No es nuevo que los altos mandos del Ejército Mexicano figuren en procesos judiciales ante tribunales de Estados Unidos, el Gran Justiciero del Mundo. Pues según trabajos de investigadores de la Universidad de California en las que participaron investigadores mexicanos como Luis Astorga, exponen en sus contenidos la participación de la milicia de alto rango en el control del narcotráfico desde finales de 1800 hasta mediados de 1900.
Los autores argumentan que es el motivo por el que hasta la fecha el combate al trafico de drogas en México esta a cargo de las fuerzas militares, ya que estos desde hace 3 siglos han controlado el tráfico de estupefacientes de México a Estados Unidos.
En la época contemporánea durante la década de los años 90 del siglo anterior, el escritor mexicano Héctor Aguilar Camín, titulo una entrega en el Periódico La Jornada, “Nuestra Ultima Trinchera” en alusión a lo que queda de la imagen del Ejercito Mexicano, para la población y los riesgos de corromper al Ejercito.
Basta recordar que desde entonces se advertía la inconveniencia de que los militares saliera de los cuarteles y se encargaran de tareas de seguridad pública, encomienda que se les dio décadas después, durante los gobierno panistas, priístas y morenista.
Al grado que la milicia se resistió a regresar a los cuarteles y con la llegada de la “cuarta transformación” se ha busca legitimar la ciudanización de la milicia con la guardia nacional. El caso es que la milicia sigue en la calle y no en los cuarteles, en acciones civiles que deberían realizar las fuerzas civiles de las policías, pero estas no se han consolidado en los últimos 20 años.
No obstante, a opiniones de escritores desde la perspectiva de Aguilar Camín es acertada, en cuanto al idealismo derivado de la educación cívica que se imparte en las escuelas de educación básica, donde se enseña a los escolapios el valor de esa institución de seguridad.
Lo cierto es que los estudios de los investigadores plantean y han documentado el vínculo de los militantes de alto rango con actividades del narcotráfico, en el sentido de que es un fenómeno que se presenta desde las Baja Californias hasta Matamoros, Tamaulipas.
Y si acaso planteamos que Tamaulipas esta lejos o exento de esas circunstancias, basta recordar que durante el año 2001 se registró un operativo de la Procuraduría General de la República en el municipio de Camargo, donde fue detenido el General Martínez quien fungía como titular de la Octava Zona Militar con sede en Reynosa, luego que le fue interceptada una llamada telefónica, donde alertaba a los capos de droga, de la presencia de fuerzas especiales en la región de la frontera chica.  En ese contexto también cayó el titular en aquel tiempo del regimiento motorizado de Nuevo Laredo.
En otro orden, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, ocupo espacio relevante en la revista Petróleo & Energía, donde se publica un amplio reportaje sobre la Unidad Académica Multidisciplinaria de Reynosa Rodhe y la oferta académica en carreras de la industria y la inserción en el sector energético. Destaca el funcionamiento de 3 centros especializados que brindan a las empresas servicios técnicos en Geomática, Energía, Medio Ambiente, Oceanografía, Ingeniería y Capacitación