Según un reporte del Fondo Económico Mundial el costo humano económico del Covid-19 ha sido severo, pero más aún indica que está amenaza con retrasar los años de progreso en la reducción de la pobreza y la desigualdad, un asunto que preocupa a la humanidad desde su origen y que difícilmente se resolverá.

Indica también que los efectos del Covid-19 tendrán efectos devastadores en los por venir además de los 2 millones de personas que han fallecido en el mundo por esa causa, acompañado de los efectos en las economías y en la salud.

De tal manera que la expansiva económica de la pandemia aumentará inmediatamente la desigualdad, pero también provocará una recuperación desigual. En este sentido subraya que únicamente en el segundo trimestre de 2020 se perdieron horas de trabajo equivalentes a 495 millones de empleos.

En su reporte de riesgo advierte que en un plazo de tres a cinco años son probables las burbujas de activos, la inestabilidad de los precios, las crisis de las materias primas y las crisis de la deuda, y en hasta diez años se podría ver el “colapso de Estados o instituciones multilaterales”.

En este contexto aplica la expresión que esto se suma a una “era de hielo del empleo”, sobre todo para los adultos jóvenes que están experimentando su segunda gran crisis mundial en una década.

Lo que se traduce en que ningún banco del bienestar por más eficiente que sea no será suficiente para cubrir las necesidades de la población vulnerable, a la que se ha sumado los millones de obreros que perdieron el empleo durante el 2020.

Y del que forman parte los millones de personas que dejaron la formalidad y formaron parte de la actividad informal durante el mismo periodo y de esa manera resolver las necesidades básicas de techo salud y sustento.

Esos son algunos de los retos que enfrentarían las nuevas generaciones de universitarios y técnicos que se preparan para un futuro incierto, retador y devastador, en el que los valores básicos son la vida y la salud.

Sin embargo, un grupo que no parece preocupado es el de los políticos, para los cuales no hay un protocolo para el desarrollo de sus tareas proselitista. Pues sus actividades serán focos de contagios al menos que sus campañas sean a distancia. Y de ser así tendrá que surgir un nuevo modelo proselitista.

En el rubro de la academia la Gloriosa Universidad Autónoma de Tamaulipas lanzo una convocatoria denominada Cuenta Conmigo, la cual esta encaminada respaldar con el servicio social a los estudiantes de educación primaria. La finalidad es ofrecer la participación de prestadores de servicio social, en coordinación con la secretaria de educación de Tamaulipas, en el programa Tutores de Servicio Social.