Este 10 de noviembre la Guardia Estatal cumplió tres años de su creación, autoridades lo celebraron como un parteaguas en la seguridad de Tamaulipas. Pero es inevitable cuestionarnos ¿qué tanto cambió en realidad o si solo se trató de un cambio de nombre?
La antigua Policía Estatal, creada en el sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca, se ganó una fama difícil de borrar. El Grupo de Operaciones Especiales, GOPES, se convirtieron en sinónimo de miedo. Las denuncias por abusos de autoridad, ejecuciones extrajudiciales y presuntos vínculos con el crimen organizado marcaron su historia. Casos como el de los 19 migrantes calcinados en Camargo en 2021 destaparon el horror que se vivía dentro de las propias corporaciones. El resultado fue una policía temida, no respetada; con un presupuesto poco transparente, equipo viejo y una preparación deficiente.
En noviembre de 2022, con el arranque del nuevo gobierno, esa estructura se extinguió oficialmente y nació la Guardia Estatal, bajo un modelo completamente distinto.
Se informó que la diferencia no solo sería de nombre e imagen sino que esta corporación, que cumple ya tres años, tiene ley propia, formación académica en derechos humanos, reclutamiento desde cero y un esquema de profesionalización en la Universidad de Seguridad y Justicia de Tamaulipas. A ello se suma nuevas patrullas y el uso de tecnología con drones y cámaras, y un discurso enfocado en la proximidad social.
A la Guardia Estatal la vemos en operativos de seguridad en la frontera, haciendo patrullajes carreteros, apoyando a migrantes y trabajando en coordinación con fuerzas federales. Aparte de que le han querido dar una imagen mas humana y por ello han destacado también en casos de ayuda.
Autoridades aseguran que, con ellos, la imagen de la corporación ha cambiado; antes la gente huía de la policía y ahora la gente los busca para reportar incidentes e incluso piden presencia de la Guardia.
Aunque claro, no todo está resuelto. La violencia en la frontera sigue siendo una herida abierta. Por mas reforzamiento de la seguridad que ha habido por parte de elementos de la Guardia Estatal los hechos de violencia siguen reinando. Las situaciones de riesgo siguen siendo el pan de cada dia de las familias en la frontera y los hechos han alcanzado a los propios policías.
La Guardia Estatal de Tamaulipas ha enfrentado cientos de agresiones en solo tres años. Al menos 24 elementos han fallecido en cumplimiento del deber por ataques directos, la mayoría en la Reynosa, Matamoros, San Fernando, por emboscadas y balaceras.
Son héroes que dejan familias, asi que la celebración de la corporación debe ir acompañada también de más inteligencia y apoyo federal para que no sigan cayendo.
Tres años no bastan para borrar décadas de desconfianza pero ha sido un paso importante hacia la reconstrucción de esta corporación de seguridad en Tamaulipas.
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