Imagine una fuga de agua sin control y permanente en el interior de su vivienda. No hay trapeadores, cubetas, ni miembros de la familia para desalojar de manera adecuada el líquido derramado. Los daños por la humedad serían múltiples, de diversos tipos y cuantiosos en enseres y muebles; en el piso; al calzado de quienes ahí viven; inseguridad para quienes ahí radican y sus visitantes por una caída que provoque una lesión que requiera atención médica y quirúrgica; todo sin encontrar un responsable de tal situación, que por supuesto existe; el dueño o el morador de la vivienda que no corrige el desperfecto o cierra la llave.

Así ha sucedido por décadas con los autos chocolates. Los introducen por los puentes internacionales, México-Estados Unidos; Tamaulipas-Texas en nuestra entidad; están a la venta en negocios formales en las ciudades; circulan al interior del país por carreteras con vigilancia policial, y en las calles de nuestras ciudades; en un marco de ilegalidad absoluta que permite y fomenta el Estado Mexicano.

Finalmente en Reynosa se inician acciones para contener la actividad delictiva que significa la introducción al país y su venta en un mercado formal de un vehículo sin el pago de derechos fiscales al revisar negocios que ofrecen autos en condición ilegal en el país. Es apenas el inicio del primer paso para cerrar la llave abierta que permite el contrabando pues lograr el cierre de estos negocios en la entidad enfrenta obstáculos que requieren de voluntad y fortaleza política. Es obligado el cierre en los puentes internacionales, con el desempeño honesto de los oficiales de Aduana al contrabando de autos y al contrabando en general.

Veremos hasta dónde llega el interé$ del Gobierno Federal para acabar con una actividad delictiva a la que dio apariencia legal y formal, que los mexicanos vemos permitida, al cual recurrimos sin sentirnos parte de la cadena delictiva. El contrabando genera ingresos millonarios que se reparten con los superiores y ahí dolerá a quienes dictan decisiones pues afectará a miembros del mismo Estado mexicano y a cómplices renuentes s dejar el negocio dispuestos a recurrir a la violencia. Así sucede con el crimen organizado; se rebeló en todo el país porque son miles de millones de dólares los obtiene, lo que genera enorme poder político y le permite ser amo absoluto del territorio que controla, así que lo defiende con plata o con plomo.