Ciudad de México, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Guadalajara, Oaxaca, entre otras ciudades, son emblema de la fundación española en territorio poblado por tribus, algunas con desarrollo impresionante, como Toltecas y Aztecas. Es un privilegio estar en contacto con el reciente pasado nuestro. Ofrecen acceso a agua y saneamiento, vivienda, educación, servicios, cultura y arte, entretenimiento, transporte urbano. Vivir sin ataduras a horarios; elegir la cotidianeidad es un placer si se evita problemas de las concentraciones de población; tráfico, inseguridad; filas, etc., el rostro no deseable, los problemas que agobian y que consumen.
América Latina experimentó una explosión urbana. Es la región en desarrollo más urbanizada del mundo con 623 millones de personas, de las cuales 80% habita en zona urbana. Pasó de ser región rural a urbana entre 1950 y 2010. El nivel de vida y acceso a servicios varía en función del tamaño. Cuanto más grande la ciudad, se tiene mayor acceso a servicios básicos, agua potable y saneamiento; las nuevas tecnologías: teléfono, computador, internet. Respecto al celular, la brecha se reduce, como reflejo del valor de esta herramienta en cuanto a comunicación.

La población urbana envejece. La caída de la tasa de fecundidad y el aumento en la esperanza de vida incrementan la edad media. Según proyecciones, el adulto mayor en 2050 será el 19% de la población. De esto derivan desafíos; cobertura en servicios de salud, infraestructura de transporte, espacios públicos, vivienda adecuada, aumento de personas con capacidad reducida. Asegurar bienestar para población envejecida y potenciar la economía con menor proporción de población económicamente activa, lo que significa grave riesgo financiero.

La desigualdad prevalece en las ciudades, fenómeno que supera la distribución desigual de ingresos; afecta relación social y espacial donde la intersección de inequidades en clase social, etnia, raza, edad, y otros aspectos configura nuevos rostros de desigualdad urbana y pobreza. Los afectados son locales y afro descendientes, inmigrantes, adultos mayores, jóvenes, y mujeres.

El estilo de crecimiento de las ciudades de la Región no contempló los problemas de pobreza y desigualdad. La cultura del privilegio, impide prosperidad compartida. La desigualdad amenaza el crecimiento y bienestar económico, repercute en el bienestar ciudadano, el cuidado ambiental, fomenta la informalidad, e inequidades socio-espaciales. La informalidad en ingreso y acceso a protección social, agrava la vulnerabilidad social y territorial.

Una causa de la relación entre tamaño de la ciudad y desigualdad es que se concentra actividad de alto nivel de especialización que emplea a segmento delimitado de población y genera ingreso superior al promedio. Muestran mercado inmobiliario de alto precio, y benefician el aumento del patrimonio de aquel que los poseen fomentando desigualdad de capital del hogar. Además atraen población vulnerable: migrantes internacionales con escaso recurso; desempleados sin ingresos en busca de oportunidades laborales.

La Región presenta problemática común en materia de suelo; un historial de alta informalidad, mala planificación, altos precios, especulación y retención excesiva de suelo como reserva de plusvalía, segregación interurbana y delincuencia por gestión de suelo; consecuencia de la escasez de buenas políticas del suelo. Hay ausencia y abandono del espacio público; no obstante, los grupos vulnerables lo usan. La falta de espacios públicos compartidos genera desconfianza social.

Lo más doloroso es que el delito se relaciona con la desigualdad. Ciudades más equitativas son más seguras. La segregación espacial crea bolsones de pobreza, inequidad en acceso a la vivienda, a servicios públicos y a infraestructura urbana. Intervenciones en espacios públicos y políticas que favorecen la cohesión social para promover acceso a la ciudad como macro bien público, son necesarias para combatir la segregación urbana. Es menester incluir y ampliar la dimensión colectiva del espacio público dentro de la formulación de las acciones integradas para el sistema de circulación urbana en los espacios verdes y de ocio.