Además de los protocolos propios de un proceso electoral donde la autoridad establece medidas precautorias para los gobiernos, los partidos y quienes financian las elecciones en el entendido que además del financiamiento publico hay aportación de dinero privado para los partidos y los candidatos, este año, será necesario que los contendientes por un puesto de elección popular asuman las disposiciones de la autoridad sanitaria con motivo de la pandemia que aun no ha sido domada mucho menos controlada y lejos se ve que pueda será superada.
Algunos de los aspirantes hicieron publicas sus aspiraciones en los organismo electorales correspondientes del orden federal y estatal, lo que simboliza el arranque visible de las precampañas y campañas para conseguir la simpatía y el sufragio de los votantes el día de la elección.
A la vista estuvieron el priísta Enrique Cárdenas Del Avellano, su primo Gustavo Cárdenas que milita y coordina al Partido Movimiento Ciudadano, a los primos parece que se les queman las habas y buscan tomar la delantera, sacar ventaja ante un Acción Nacional echado a la hamaca cuyo dirigente estatal disfruta de la nieve neoyorkina.
Mientras otros prominentes militantes de ese instituto político maniobran candidatura para sus amigos a relevantes puestos de elección popular y, de esa manera estar vigente durante el 2022 cuando se renueva la gubernatura tamaulipeca.
El partido en el poder se muestra despreocupado por la elección de diputados locales, federales y presidentes municipales, más bien buscan enfilar la elección del 2021 para tener a modo la elección del 2022 donde únicamente se renovará la gubernatura.
Por ello los aspirantes del PAN y otros partidos a ese puesto tan codiciado, enfocan sus actividades a la estrategia en el entendido que quien gane la elección del 2021 seguramente ganará en el 2022.
Los que parecen desinteresados en la jerga electoral son los prospectos de Morena, pero más bien es el mensaje que quieren mandar a los grupos de poder en Tamaulipas, pues en realidad Rodolfo González Balderrama, se perfila como la puntilla de Acción Nacional en el 2022.
Debido a que su trabajo es silencioso pero efectivo pues en sus recorridos por las regiones tamaulipecas va reforzando la estructura de Morena, sin que los adversarios de ese instituto político perciban su presencia.
La diferencia entre los priístas, panistas y otras denominaciones no morenistas, es que sus cuadros carecen de perfiles como el de González Balderrama, quien goza de una formación solida con capacidad de análisis y conocimiento de la región tamaulipeca, pero sobre todo de propuestas aplicables que resuelven las problemáticas de esta región.
Pero sobre todo sabe manejar las herramientas necesarias para desarrollar y aterrizar un proyecto político que necesita Tamaulipas, para transitar hacia el segundo cuarto de siglo de este tercer milenio, donde la población es más demandante.