Ni para dónde hacerse: la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas presentó al esposo de la española Pilar Garrido como su asesino y lo puso a disposición de autoridades judiciales. Este desenlace deja mal parada a la dependencia, pues de un lado despierta incredulidad ciudadana al temerse que se trate de un chivo expiatorio, sacado de la chistera para apaciguar la presión internacional.

Del otro lado, tiemblan los tamaulipecos si se comprueba mediante pruebas irrefutables que es un asesino, pues proviene el individuo del mismo sistema estatal de protección y justicia, y ello explicaría por qué no puede el gobierno restablecer la paz y la tranquilidad en el Estado.

Ayer, el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca viajó a la Ciudad de México para participar en la sesión de trabajo del Consejo Nacional de Seguridad Pública, del que forma parte .

El día previo, Cabeza de Vaca instaló en Ciudad Victoria el Consejo Estatal de Seguridad Pública, once meses después de haberse inaugurado su gobierno. Fue su primera reunión de trabajo, de tres que debieron ocurrir de octubre de 2016 a la fecha.

Seguramente se enteraron en la oficina del Gobernador que existe un Consejo Estatal de Seguridad Pública, cuando recibieron la invitación desde la Ciudad de México, convocando al consejero nacional Francisco García Cabeza de Vaca a participar en la reunión de ayer, presidida por el licenciado Enrique Peña Nieto.

Cabeza de Vaca armó aquí el Consejo estatal y luego viajó a la metrópoli, acompañado por el Procurador General de Justicia Irving Barrios Mojica, el Secretario de Seguridad Pública, Luis Felipe López Castro y la secretaria ejecutiva del sistema estatal de Seguridad Pública, Silvia Pecina.

En esa reunión nacional de ayer, donde varios Gobernadores hicieron propuestas para tratar de mejorar la seguridad pública (y se aprobaron), el Secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong reconoció públicamente que han aumentado los casos de violencia en todo el país.

Volvió a invitar a Gobernadores y a presidentes municipales a no sacarle la vuelta al cumplimiento de sus obligaciones frente a este grave problema, y le volvieron a contestar, fuera del foro, que primero redistribuyan constitucionalmente las competencias y atribuciones, y luego repartan equitativamente el presupuesto de egresos, para combatir delitos que hoy son del fuero federal.

O sea, se repitió el reparto de culpas y México sigue ardiendo y muriendo más inocentes.

En Reynosa, una mujer murió con la cabeza reventada por proyectiles de plomo, cuando el vehículo que manejaba por el bulevar Hidalgo (salida a Monterrey) fue alcanzado por balas perdidas, disparadas por sicarios rivales.

La muerte de la muchacha fue instantánea y el vehículo sin control chocó con otro que iba adelante, resultando más personas heridas.

Por el rumbo de Ciudad Victoria, policías de Fuerza Tamaulipas chocaron su patrulla pick up… contra un automóvil estacionado, y de rebote, dañaron lateralmente a un Nissan que se desplazaba por la carretera inter-ejidal, cuando quisieron sobrepasarlo.

No era broma cuando recomendamos en este espacio, que el gobierno del Estado enseñara a manejar vehículos auto-motores a los policías, pues cometen los peores errores, que no sólo cuestan mucho dinero, sino vidas humanas, como el reciente caso de San Fernando.

Otro escándalo político corre a cuenta de Oscar Luebbert Gutiérrez, que volvió a romper lanzas contra los traidores que entregaron el gobierno del Estado y más recientemente, al PRI, al enemigo, al adversario, al gobierno del Estado, panista.

Luebbert hizo retratos hablados que no necesitan nombres, pero la referencia es de Egidio Torre Cantú, Rafael González Benavides y la pandilla que comandan, pues declaró expresamente a la prensa, que hicieron perder a propósito a los candidatos del PRI en 2016, para que el PAN se alzara con la gubernatura, el Congreso y las alcaldías.

El día anterior de la elección, Luebbert subió a redes sociales una declaración donde alerta contra el voto del miedo, compra de conciencias, pero el sábado felicitó públicamente a los organizadores y a Sergio Guajardo Maldonado, por su triunfo. “No hubo mano negra”, dijo.

Pero luego algo ocurrió que hizo que el ex Senador de Reynosa retomara el discurso de la denuncia, pero con más virulencia, hablando de alzas en la cotización del precio de los votos de consejeros, que fluctuó de diez mil a cien mil pesos.

Esta nueva ruptura entre cacaistones hace añicos la cacareada unidad, pues priístas de la frontera, que votaron por Luebbert, temen que desaten represalias en su contra y advierten que responderán con escurrimientos hacia otros partidos, las hostilidades que les dediquen.

Observadores opinan que hasta antiguos amigos suyos como Baltazar Hinojosa Ochoa, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, Enrique Cárdenas del Avellano, Edgar Melhem Salinas, operaron en su contra pero no para hacerse gratos a la vista de los vientos del cambio, sino para tener a un competidor menos, empequeñecido, derrotado, sin boleto para el Senado.

Otra versión que explicaría el brusco cambio de posición de Oscar, es que Enrique Ochoa Reza no habría convalidado los compromisos hechos por Egidio Torre Cantú para que no impugnara el triunfo de Guajardo Maldonado, lo que lo habría hecho montar en cólera.

Rueda en redes sociales la grabación de la declaración de Luebbert hecha a la prensa, donde desmenuza el número de votos que le escamotearon, principalmente los de Ciudad Victoria.

Pero el reynosense no se va del PRI sino que se asumirá como cabeza de una corriente crítica que tratará de impedir que los candidatos del 2018 se designen al gusto y tamaño de los vientos del cambio.

Por cierto, el Gobernador Cabeza de Vaca se deshizo de manera elegante del jefe de la oficina técnica, un Javier o Víctor Martínez, dejándolo comisionado en Reynosa para hacer campaña, pues no pudo el muchacho con el paquete en Ciudad Victoria.

También se acomodan las piezas en Matamoros, donde Daniel Sampayo Sánchez renunció a su militancia tricolor para buscar fortuna en otras siglas. Fue diputado local.

Hoy estará en Matamoros Sergio Guajardo Maldonado y va resignado a ver malas caras pues se usó rudeza innecesaria contra algunos consejeros para hacerlos desistir de votar por Oscar.

Ayer constatamos en Río Bravo que el frente del palacio municipal parece zona de guerra, pues parcharon sus ventanales con madera tras de que fueron destruidos por las balas.

El kamikaze del asfalto salvó la vida cuando estrelló su camioneta blindada contra el edificio municipal, pero ahora tendrá que pagar las costosas reparaciones, incluidos protectores de metal o cemento, para impedir que otros repitan el numerito.

Luto en Reynosa por el fallecimiento de la señora madre del ingeniero Leonel Cantú Robles, ex diputado local, del PAN.

Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com