México tiene varios gobiernos alternos manifiestos. Las finanzas internacionales, el interés supremo de las transnacionales, el Fondo Monetario Internacional. Al interior, el gobierno alterno se regionaliza. Lo ejercen grupos de crimen organizado asentados bajo el poder del terror y la corrupción. Cuando en un país la policía está al servicio del crimen; cuando los políticos pertenecen al gobierno y al crimen, cuando no hay defensa legal ni seguridad pública para la sociedad, el gobierno alterno se manifiesta a plenitud a través de extorsión, secuestro, robo, etc. Las drogas pasan a ser una faceta del amplio negocio que significa exprimir libremente a todo un país.
Entidades como Guanajuato Y Querétaro, años atrás refugio de tamaulipecos ante el acoso, la extorsión y el secuestro que prevalecía en nuestra tierra, están bajo el control de gobiernos alternos. Veracruz es escenario de actos de control delictivo que muestran a sus gobiernos, cómplices de manera abierta, me refiero a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Nuevo Laredo es la joya del control del crimen organizado al ordenar a las gasolineras que no abasteciesen a las fuerzas armadas de combustible, indicación que se acató, hecho que muestra la falta de gobernabilidad, la caída del estado de derecho, y que demuestra que es el crimen organizado quien manda en México, el presidente López solamente manda cerrar y cancelar proyectos viables por corrupción.
El presidente López habla tramos de verdades, tramos de hechos, tramos de corruptelas, se ufana de que todo cambia, que se acabó la corrupción y hasta exhorta al crimen organizado de Nuevo Laredo “a portarse bien”, pero su discurso es hueco, carece de evidencia y los hechos lo demuestran. El presidente López tiene el don de convencer pues domina un arte, la manipulación. Yo le otorgo el premio a actor de la década.
Que el presidente de México acuda a Tamaulipas a explicar que en México vamos bien, que se combate al crimen organizado y que se avanza, es deshonesto, es una mentira. A los únicos que el presidente López combate es a las madres de familia a las que dejó a sus hijos menores sin el valioso apoyo y cuidado de las guarderías. Las cerró por corrupción, en lugar de encerrar a los corruptos, es una verdad a medias cuando dice que se acabó la corrupción en las guarderías, lo que se acabó fueron las guarderías. Y así, con este tipo de desaciertos, el presidente López está por clausurar una nación e instaurar una dictadura diabólica.