Estamos en cuenta regresiva para conocer el futuro político del alcalde de Victoria luego de la solicitud hecha por los regidores ante el Congreso del Estado para ser removido de su cargo.

La petición que hicieron 16 de los 24 regidores del cabildo victorense fue turnada a comisiones para su estudio y los diputados integrantes de las Comisiones de Gobernación y Asuntos Municipales decidieron llamar al alcalde Eduardo Gattás para que en un plazo de tres días, después de su notificación, comparezca ante el congreso a dar su explicación de los hechos. El problema es que el Gattás no ha podido ser notificado porque de la nada desapareció sin dar explicaciones.

Úrsula Salazar, Presidenta de la comisión de asuntos municipales, confirmó que se trata de un hecho inédito por lo que están revisando qué es lo que dice la Ley al respecto, independientemente de la labor que tendrá que hacer la Fiscalía Anticorrupción al existir  también una denuncia penal en su contra por estos motivos.

Cabe destacar que la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos de Tamaulipas establece varios procedimientos para sancionar a funcionarios que incurran en conductas que violen sus obligaciones, como las que es señalado el alcalde de Victoria, entre las que destaca precisamente la remoción de su cargo.

Según lo que marca la ley, si se establece que hizo un uso indebido de sus funciones al nombrar a secretarios de su gabinete sin la aprobación del cabildo, puede ser removido por el propio Congreso del Estado o el Fiscal Anticorrupción.

Hablemos ahora de los aspirantes a la acéfala Fiscalía Anticorrupción, recordemos que hace apenas unas semanas Raúl Ramirez Castañeda, quien llegó al cargo en los tiempos de Cabeza de Vaca, renunció tras las presiones del gobierno por no sacar las investigaciones pendientes en contra de los funcionarios azules que cometieron irregularidades, por lo que ahora hay que cubrir su ausencia. Y entre los candidatos se encuentran dos personajes interesantes.

Uno es Jesús Eduardo Govea Orozco, quien ya colabora al interior de la Fiscalía Anticorrupción como vicefiscal, tras una reforma en el Congreso del Estado  liderado por Morena, una estrategia que se sacaron de la manga para vigilar la labor de Ramirez Castañeda a quien nunca pudieron sacar legalmente hasta que se vió presionado y renunció.

Y el otro es Raúl Hernández Cheverría, hasta hace unos días Titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, ligado al grupo de Morena y quien acaba de renunciar a su puesto pues ahora aspira a convertirse en el nuevo Fiscal Anticorrupción, aprovechando que su rival y tocayo, Raúl Ramiréz (impuesto en los tiempos de Cabeza de Vaca) ya renunció.

De hecho, Hernández Chavarría apareció en el plano tamaulipeco luego de presentar una denuncia en contra de Ramiréz Castañeda por abuso de funciones y tráfico de influencias, sin embargo ésta no prosperó por lo que ahora busca suplirlo y enjuiciarlo.

Pendientes.

Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales